Llego a los estudios un poco nervioso. Todavía me pongo más
nervioso cuando me veo vestido de novio de una tarta de boda. La verdad es que
me queda bien el traje. Reviso la letra de la canción que vamos a interpretar,
la versión en español. Mi parte y la de Malú entrañan un significado demasiado
potente como para no leerlo muchas veces y no sorprenderme al escucharla cantar
así. No me he cruzado con ella hasta que la veo venir, caminando desde el fondo
del pasillo, con un vestido rojo ajustado, el pelo suelto, largo, ondulado y
unos tacones de infarto. Tengo que tragar saliva varias veces y pensar en cómo
disimular que me he quedado sin palabras. Está impresionante.
-Qué guapo! – exclama al verme y abre los brazos para
abrazarme –
Nos abrazamos y soy incapaz todavía de decir una palabra. Escucho
como se ríe mientras me abraza y, al separarse, no puedo evitar mirarla de
arriba abajo.
-Estás… - acierto a decir y resoplo – joder... – digo riendo
avergonzado –
-Jajaja – ríe levemente mirando al suelo un tanto
avergonzada – parece que vamos a dar las uvas… - dice intentando cambiar de
tema –
-Oye pues no estaría mal… - asiento intentando relajarme –
madre mía… - miro sus piernas – si te caes de ahí te tienen que ingresar eh?
-Calla, que me duelen los pies ya y me los acabo de poner… -
dice riendo mientras caminamos por el pasillo – total, si vamos a estar
sentados en un sofá, pero bueno… - se alza de hombros –
Camino a su lado hasta llegar al plató donde vamos a grabar
el anuncio. Al llegar, ya están allí varios participantes de anteriores
ediciones de la voz y la voz kids, junto con los 3 finalistas de esta edición. Al
entrar, nos aplauden y exclaman al ver cómo vamos vestidos. La señalo a ella intentando
que las miradas no vayan para mí, observando como se avergüenza un poco. Los
saludamos a todos y seguimos las instrucciones de los que van a grabar el spot.
Sentados en el sofá, nos dicen que tenemos que mirarnos en
varias ocasiones y que yo empezaré a cantar primero. Luego se abrirá el plano y
Malú mirará a cámara sonriente y comenzará a cantar. Lo que no dicen es que no
podré parar de mirarla seguramente. Alternaremos varias frases hasta cantar
juntos con los demás. Las instrucciones están claras y, tras varias tomas,
empezamos a grabar en serio. Siempre me ha dado vergüenza cantar mirando a
cámara. Nos dicen que no cantemos si no queremos, que luego montarán nuestras
voces con las grabaciones, pero prefiero cantar, así no me pierdo.
-Haz mi sueño realidad… - canto mirando a cámara sonriente –
lo que quiero en Navidad… - hago un parón sin dejar de sonreir mirando a cámara
– eres tú…
Nos movemos al ritmo de la música y nos miramos justo antes
de que Malú comience a cantar su parte.
-Yo no quiero mucho en Navidad – la miro y está sonriente –
quiero tu amor total…
Los niños hacen el coro y, tras mirarnos, canto de nuevo mi
parte.
-Yo no quiero cosas grandes, quiero alguien especial… -
canto mientras nos miramos sonrientes y siento una punzada enorme en el
estómago –
-Hoy te quiero para mí – canta Malú mirando a cámara – más de
lo que yo creí… - me mira – haz mi sueño realidad…
-Lo que quiero en Navidad… - nos miramos sonrientes de nuevo
– eres tú… - miramos a cámara, pero yo me habría quedado mirándola todo el
tiempo –
Los niños hacen coros mientras cantamos con ellos y nos
miramos más de lo que creo que deberíamos, hasta llegar al último “Eres tú”, que
miramos a cámara y señalamos hacia ella todos a la vez. Los niños gritan a la
vez “Felices Fiestas” haciéndonos reir y, en el caso de Malú, aplaudir un par
de veces para, después de eso, plantarme un beso en la mejilla que me hace
sonreir todavía más si cabe.
Tras esta toma, nos dicen que vamos a grabar varias más y,
de nuevo, volvemos a repetir la misma pauta. Estoy sintiendo cosas raras. Es
posible eso que dicen que la Navidad hace que lo que pensabas que no podía
ocurrir, ocurra? Su forma de mirarme no es fingida, es verdad que estamos
grabando un anuncio, pero es extraño, es como si no tuviera nada que ver con
esto. Como si cada vez que nos miramos significara que nos estamos diciendo lo
que de verdad queremos. Caigo en la cuenta que jamás hemos cantado juntos. Otra
de las cosas que hace posible la Navidad.
Al terminar el anuncio, siento una sensación de nerviosismo
en el estómago que me hace hasta tener náuseas. Y Malú, que no ha parado de
sonreir en todo el tiempo, se pasea por el plató dejando besos a diestro y
siniestro, con ese vestido que estiliza todavía más su figura. Joder, esto ya
es insalvable. Estoy completamente enamorado de ella y este anuncio me lo va a
recordar a diario hasta el 7 de enero. Espero sin querer a que termine de
despedirse de todos, yo lo he hecho ya, y, cuando se acerca a mí y se agarra de
mi brazo, vuelvo a sentir esa sensación de vértigo en el estómago, pero más
intensa. Tengo muchas ganas de besarla, pero hay demasiada gente. Ojalá eso
diera igual, pero no estaría bien, lo estropearía todo. Debo esperar a que ella
dé el paso y hablemos, como dijo en la nieve, pero tengo la sensación que, más
que esperar, voy a desesperar.
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