jueves, 1 de diciembre de 2016

CAPÍTULO 41: LÁRGATE

Hoy es la final de La Voz y estoy invitado a cantar en el plató. Me reconforta volver a un sitio donde he estado tan a gusto. Saludo a todo el mundo que me encuentro, a técnicos, a asistentes… a todos. Malú está nerviosa, para variar. Nuestra relación sigue siendo la misma que desde hace meses. Desde nuestro primer encuentro aquella noche, ha habido bastantes más, últimamente más a menudo, aunque seguimos manteniendo esa amistad que nos caracteriza. Digamos que lo que predomina entre nosotros es el cariño y la confianza que hemos creado, el sexo es algo que surge de vez en cuando, pero de lo que no hablamos apenas. A veces creo que esto tiene una fecha de caducidad que me va a doler cuando llegue, pero procuro no pensarlo demasiado. Me sigue asustando el momento en el que tengamos que decidir que esto se ha acabado.

Antes del directo, todos nos reunimos en el backstage. Las bromas sobre el pelo de Antonio no tardan en aparecer. Pareciera como si no hubiera pasado el tiempo desde aquellas grabaciones de las batallas en las que tan bien me lo pasé.

-Álex, te busca un hombre, dice que te conoce y que has quedado con él… - dice uno de los asistentes entrando en el backstage –

-A mí? – pregunto extrañado –

Mis ojos se abren de par en par al ver a Jaime entrar como si nada en la sala. Miro sin querer a Malú, que me mira sorprendida.

-Qué haces tú aquí? – pregunto serio –

-Ya que no coges el teléfono, he decidido venir a buscarte…

Su forma de hablar y su tono de voz me dicen que está algo perjudicado, no sé si de alcohol o de otro tipo de sustancia. Sonríe irónicamente mirando a Malú.

-Eres un hijo de puta… - dice de repente mirándome –

Los demás apenas habían notado que Jaime estaba allí, hasta esa frase. Me quedo serio mirándole, pensando que igual se le ocurre intentar pegarme. Me estoy imaginando la escena, tengo ganas de partirle la cara en este momento.

-Lárgate de aquí… - digo intentando mantener un tono tranquilo –

-Crees que puedes dejarme tirado? – empieza a elevar el tono de voz – eres un niñato que no tiene ni puta idea de qué va esto… - me apunta con un dedo –

-Baja la mano Jaime… - digo comenzando a ponerme tenso –

-Y aparece ésta en mi estudio – dice señalando despectivamente a Malú – diciéndome lo que tengo que hacer… pero tú quien te has creído que eres? – se acerca a ella un tanto agresivo –

Me pongo entre ella y él y me empuja. Le devuelvo el empujón que casi le hace caer. No sé cómo va a acabar esto, pero mis ganas de partirle la cara se hacen cada vez más grandes.

-Calma Álex… - escucho a Alejandro a mi espalda –

-Qué pasa? Te jodió que te quitara a la novia no? – dice Jaime supongo que refiriéndose a Miriam –

-Mi novia? – digo sin poder evitar reirme – yo encantado, los que sois iguales termináis juntándoos… - digo irónico –

-Qué quieres decir con eso? – se acerca a mí pero le detengo con otro empujón, esta vez más leve –

-Mira Jaime… - digo intentando mantener la compostura – déjame en paz, te lo dije ese día en el estudio y te lo repito hoy… - hago una pausa – no quiero volver a verte la puta cara…

-Crees que tienes derecho a jugar así con mi trabajo? – dice indignado –

-Qué trabajo? – alzo la voz – una mierda de disco en el que no me has dejado participar? – digo ya con un tono de voz elevado – te recuerdo que tiene que llevar mi nombre, y si no me gusta, no lo voy a hacer… - vuelvo a mi tono de voz normal -

-Eres un niñato, te lo repito… - dice mirándome con desprecio -  

-Y yo te repito que te largues de aquí – señalo a la puerta y sonrío irónico – te crees que no sé que esas canciones que querías colarme eran tuyas? – me mira sorprendido – querías colocarlas para cobrar los derechos… - resoplo sonriendo – estás haciendo el ridículo…

-Tú eres el que hace el ridículo componiéndole canciones a ésta – vuelve a señalar a Malú – qué te crees? Que no va a dejarte tirado? Que todos estos son tus amigos? – les señala a todos –

-Cállate de una puta vez! – exclama Malú a mi espalda –

-Que me calle? – grita enfurecido – me cago en la puta… - sus ojos rezuman rabia –

Se va hacia ella de nuevo, incluso puedo ver como intenta levantar la mano, pero me interpongo antes. Nada de empujones, me he cansado, se me ha ido la pinza. Le agarro de la chaqueta y lo estampo contra la pared, poniéndome frente a él, sin soltar su chaqueta. Noto varias manos en mis hombros.

-Qué ibas a hacer eh? – le grito –

-Vas a pegarme? – exclama provocándome – vamos! Demuestra que tienes cojones y no haces lo que ella te dice!

Le separo un poco de la pared y le vuelvo a pegar a ella, haciendo sonar el choque de su espalda contra ella. Se calla de repente, supongo que al ver mi cara. Jamás he estado tan enfadado.

-Suéltale Álex… - dice Alejandro a mi espalda, con voz tranquila – suéltale…

Le miro varios segundos más, hasta que resoplo frustrado. Le suelto la chaqueta. Su mirada ahora parece asustada, aunque no ha dejado de tener ese tinte rabioso del principio. Me separo unos centímetros de él, sin dejar de mirarle.

-Te doy 3 segundos para que salgas por esa puerta… - digo con voz tosca –

-Vamos… - veo como Alejandro le indica la dirección de la puerta –

-Esto no se queda así… - dice Jaime caminando mirándome  hasta la puerta –

-Claro que se queda así! – exclamo – si te vuelvo a ver por aquí, te juro que no vuelves a trabajar en tu vida… - digo con absoluta rabia –

-Y qué vas a hacer? – exclama desde la puerta, sujetado por Alejandro y Antonio – el que no va a volver a trabajar en la vida eres tú! – exclama mirándome – has roto un contrato, eso me voy a encargar de que lo pagues!

-Lo que te voy a romper es la cara como te largues! – exclamo acercándome a él, siendo frenado por Malú –

Le veo salir por la puerta casi empujado por Alejandro. Al salir, veo que Ale le hace un gesto a alguien que lo agarra del brazo y lo aparta de mi vista. Me quedo unos segundos respirando agitado, mirando hacia la puerta, con gesto de rabia. Tenía que haberle partido la cara. Tenía que haberlo hecho. Se lo merece. A qué viene? Ya he hablado con la compañía y le han despedido. Evidentemente, con toda la razón, me encargué de pasarles el material que estaba preparando. Ellos fueron los que me dijeron que esas canciones eran suyas y que las estaba intentando colocar. Se disculparon conmigo por no haberse dado cuenta antes de todo esto. Pero el revuelo y los líos legales que conlleva romper el contrato, me están impidiendo encontrar un nuevo productor y seguir trabajando.

Tras unos segundos en los que veo que todas las miradas están fijas en mí, siento la necesidad de salir corriendo. Siento tanta rabia que podría cargarme el plató entero si me dejasen liarme a golpes con todo. Salgo por la puerta sin hacer caso a mi nombre cuando Malú, Ale y los demás intentan pararme. Necesito aire. Necesito mucho aire.

Recorro los pasillos a toda prisa hasta encontrar una puerta de salida. La abro y me apoyo en la barandilla al salir. Pego un golpe seco sobre ella, tengo ganas de gritar, de correr hacia donde se ha ido Jaime y partirle la cara de una vez. Segundos después de salir a la calle, la voz de Malú aparece a mi espalda.

-Tranquilo… - dice poniendo una mano sobre mi hombro –

-Tranquilo? – pregunto con un tono de voz alto – ese cabrón no va a dejar de molestarme

-Claro que va a dejar de molestarte… - dice convencida – escúchame… - me agarra la cara con las dos manos, obligándome a que le mire – tranquilízate… respira hondo… - la miro e intento hacerle caso – estás nervioso, es normal, pero tienes que calmarte… - asiento levemente – no pienses ahora en nada de eso, todo se va a solucionar… - la miro – he pasado por esto… - dice en tono sincero – y al final todo vuelve a la normalidad…

La miro extrañado. Ha pasado por esto? No tenía ni idea. A qué se refiere? A que ha tenido problemas con un productor? No será con Armando… siempre habla maravillas de él.

-Has hecho bien, me oyes? – dice sin soltarme la cara – no tenías que liarte a golpes con él, es lo que quiere, tener una razón para seguir jodiéndote… - dice convencida – ahora lo que vas a hacer es respirar hondo aquí fuera, maldecir todo lo que quieras, y volver ahí dentro… - me mira intensamente – y vas a darle en todos los morros saliendo ahí a cantar como si nada, vale? – asiento – ese tio no importa nada en tu vida y no te va a impedir que sigas haciendo tu trabajo… - me mira ahora de manera cariñosa – me quedo contigo si quieres… - suelta mi cara, no sin antes, acariciarla suavemente –

-No sé quién cojones le habrá dejado pasar… - digo pensativo –

-Se habrá inventado alguna historia… - se alza de hombros – esta gente es así, pero deja de pensar en ese gilipollas… - vuelve a mirarme de manera tierna – estás más tranquilo?

-Le hubiera partido la cara, te lo juro… - digo con rabia – iba a pegarte, lo has visto? – digo indignado mientras sonríe tiernamente – iba a pegarte a ti! – exclamo – le arranco las manos antes… - digo con rabia mientras me mira de manera cariñosa –

-Sabes una cosa? – envuelve mi cintura con uno de sus brazos – tú a mí también me pones cuando te enfadas… - la miro sorprendido -

-Pfff… - resoplo mirándola y aparto la mirada sonriendo avergonzado – eres imposible… - digo frustrado –

-Si, pero a que ahora estás menos enfadado? – pregunta sonriente –


Sonrío mirándola y, sin hacer ningún comentario más, me abraza. Sus tacones hacen que llegue sin esfuerzo a la altura de mi rostro, dejando un beso sonoro en mi mejilla y volviéndome a abrazar. Estaba extremadamente cabreado, pero ya no, sólo vuelvo a estarlo si pienso en Jaime levantándole la mano. La verdad es que creo que sabría defenderse sola. Me la imagino dándole una bofetada, o un puñetazo más bien. He comprobado que pega fuerte. Y qué cojones, sabe defenderse seguro. Pero no miento. Le corto las manos a él y a quién sea antes de permitir que le hagan daño. 

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