No he sido capaz de bloquearle en el whatsapp, pero tampoco de contestar ninguna llamada, ni ningún mensaje. No quiero hablar con él, no quiero hacerle más daño pero sé que si en algún momento hablamos de esto, no podré evitar hacérselo. No podré evitar decirle lo que siento. Vero me ha contado varias veces lo hundido que estaba cuando yo estaba en quirófano. Lo sé, le conozco, sé que estuvo así y sé que lo sentía de verdad, pero no puedo cambiar lo que siento ahora. No puedo cambiar que no quiera volver a verle. Esta historia ha sido tan bonita como dolorosa, y, quizá, lo que pasó ese día, pasó por algo. Quizá no debemos estar juntos. No podemos estar juntos, no después de esto.
Mi madre, tan clara como siempre, me ha contado varias veces que pasó por lo mismo antes de que yo naciese, se ha empeñado en decirme que es algo normal, que no hay que dramatizar tanto, y lo sé, pero necesito tiempo. Tiempo y distancia. No quiero verle, por mucho que intenten convencerme. Eso no va a cambiar, es lo que siento.
Un ruido me hace asustarme. Vero y mi madre por fin se han marchado de casa, las he convencido fingiendo que estoy bien, aunque es mentira. Les he hecho prometer que nunca contarán esto a nadie. No sé si podrán mantener la promesa. Me acerco a la puerta, donde he escuchado el ruido, y escucho alguien golpearla. Doy un paso atrás asustada. No ha sonado el timbre del jardín, quién cojones está aporreando mi puerta?
-Malú por favor, ábreme, te he visto por la ventana…
La voz de Álex, reconocible, suena al otro lado. Miro la puerta ojiplática. Se ha colado en mi jardín? El enfado aparece en mi cuerpo y decido abrir la puerta, completamente cabreada.
-Pero quién cojones te has creído que eres? – le grito nada más abrir la puerta –
-Malú… - me mira sorprendido, incluso asustado – eh no no no – repite haciendo fuerza para que no cierre la puerta, consiguiendo entrar en casa –
-Que no quiero verte joder! – digo dándole un fuerte empujón en el brazo –
-Malú por favor… - me suplica cubriéndose por si vuelvo a empujarle – para… - alza sus manos – solo vengo a hablar, me iré enseguida, pero deja de mirarme así…
-Es que esto es increíble… - alzo mis brazos dirigiéndome al salón – te cuelas en mi jardín y encima me pides que te deje hablar? No te expliqué que no quiero verte? No te ha quedado lo suficientemente claro con no haberte contestado a nada estos días? – digo a voz en grito -
-Malú, yo no quiero hablar con Vero, yo quiero hablar contigo… - dice mirándome con cara de súplica –
-No te vas a ir verdad? – digo cabreada y niega con la cabeza – y de qué quieres hablar? – contesto borde –
-Cómo estás? – pregunta mirándome –
-Es eso todo lo que tienes que preguntarme? – digo molesta –
-Es lo único que me importa… - contesta haciéndome enfurecer todavía más –
-Lo único que te importa… - digo sonriendo irónica – deja de actuar como si fueras un galán de telenovela por favor… - digo haciéndole un desprecio con la mirada –
-Malú… - habla con voz pausada – entiendo por lo que estás pasando vale? Entiendo…
-Tú qué coño vas a entender? – digo mirándole con rabia – tú no tenías lo que yo tenía dentro… - me señalo la barriga –
-También era mío… - dice mirándome con gesto apenado –
-Pues ya no existe… - digo con clara intención de molestarle – se ha ido, lo entiendes? Ya no está! – grito – y vienes a qué? A hablar? De qué? – le pregunto con tono beligerante –
-Crees que no me ha dolido lo que ha pasado? – dice molesto, con voz rota – crees que por no tenerlo dentro no lo sentía igual? – su voz se rompe del todo – no puedes tratarme así… no es culpa mía… - dice con un nudo en la garganta –
-No es culpa tuya pero yo no puedo evitar echártela… - digo sincera, también con un nudo en la garganta – no puedo evitar mirarte y recordarlo todo… - suspira y mira al suelo – y eso no va a cambiar Álex… - digo con profundo pesar –
-Y qué hay de nosotros? – pregunta con claros signos de estar a punto de llorar –
-Nosotros? – pregunto mirándole – no hay un nosotros Álex… - me mira asustado – no hay un nosotros porque cuando te miro no veo lo que veía antes… - hago esfuerzos por no echarme a llorar – solo veo cosas que me duelen…
-Malú… - se acerca a mí y me agarra de las manos – déjame que esté contigo vale? Esto solo necesita tiempo…
-Esto no necesita tiempo Álex… - le retiro las manos – esto necesita que lo terminemos…
-No… - niega con la cabeza – no me hagas esto Malú… - su voz suena a súplica – no tiene que acabar así… - vuelve a cogerme las manos – sé lo que sientes por mí… y sabes lo que siento yo…
-No… - retiro de nuevo las manos y me aparto de él – no sabes lo que siento por ti… - suspiro – porque nunca tuvimos esa conversación… - me mira triste – y nunca vamos a tenerla… - me seco una lágrima de la mejilla – porque ya no tenemos nada que decirnos…
-Malú… - intenta acercarse de nuevo a mí, con la voz temblorosa –
-Márchate Álex… - le suplico – márchate por favor… - digo mirándole a los ojos –
-No… - niega con la cabeza –
-Márchate antes de que te diga cosas que no quieres oir… - le digo sincera – por favor… - le suplico – vete… - me mira abatido – vete y no intentes hablar de nuevo conmigo… - digo sintiendo un profundo dolor en el pecho – no quiero que volvamos a vernos… - suspiro – esto termina aquí…
Su mirada sé que la voy a recordar para siempre. Sé que nunca voy a olvidar esos ojos buscando algo en los míos que ya no quiero mostrarle más. No podemos seguir con esto como si nada. No quiero seguir con esto. No puedo mirarle igual. No miento cuando le digo que solo me recuerda cosas malas. Todo esto ha creado tanto dolor que es imposible que pueda crear otra cosa. Le veo darse la vuelta y caminar por el pasillo y, de repente, siento ganas de decirle que no se vaya, pero me aguanto. Me aguanto porque tampoco quiero que se quede. Lo que quiero es que nada de esto hubiera pasado y esa noche hubiéramos tenido esa conversación. Era ese el momento y, si no ocurrió, es por alguna razón. Cuando la puerta se cierra, todas las ganas de llorar que tenía acumuladas, fluyen sin descanso. Lo que pensé que no podría soportar, lo he provocado yo. Le he perdido. Para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario