Cómo ha podido pasar esto? Cómo ha podido pasar esto después
del susto que nos dimos? Como he podido no ser consciente? Tuvo que ser en la
playa, en esa maldita playa. Tuvo que ser ahí. Pienso con rabia en el sonido de
las olas, lo voy a odiar toda mi vida. Serénate Malú, me digo a mí misma.
Tranquilízate. Vamos… Toda la noche llorando y maldiciendo no puede ser bueno.
Ni siquiera sé a qué hora me dormí. No sé qué voy a hacer, no sé a dónde ir.
Ayer apagué el teléfono por puro cansancio. Me cansé de leer los whatsapps de
Álex y no tener ganas de contestarle.
-Nena, a qué viene tanta prisa? – dice Vero entrando en casa
–
No puedo evitarlo. Es verla y tener de nuevo ganas de
llorar. Rompo a llorar desconsolada bajo su atenta e interrogante mirada. No soy
capaz de decir una sola palabra hasta llegar al sofá, agarrada del brazo por
ella.
-Nena, qué pasa? – me mira interrogante – ha pasado algo? –
me tapo la cara con las manos – me estás asustando…
Acierto a señalar la mesa, donde siguen estando desde ayer
los 3 test. La observo, mientras sigo llorando, aunque más débilmente.
-Pero… - me mira boquiabierta – son tuyos?
-No – digo irónica – son de la vecina… - digo sollozando –
-Pero Malú… - se tapa la boca mirándome – hostia… - murmura –
estás embarazada? – asiento volviendo a llorar – madre mía… - dice en voz baja,
como si no pudiera escucharla – y es de Álex? – la miro sorprendida –
-No – vuelvo a poner ese tono irónico – es de el del quiosco
ese de ahí de la esquina…
-Bueno yo lo tengo que preguntar… - dice sin darle
importancia – él lo sabe?
-Pfff… - resoplo – claro que lo sabe… - intento aguantarme
las ganas de llorar – qué voy a hacer Vero?
-Bueno, vamos a calmarnos… - hace un gesto con las manos –
-No puedo calmarme Vero… - digo con tono desesperado – esto no
tenía que pasar ahora… - niego con la cabeza – no puede ser…
-Lo primero que hay que hacer es ir a un ginecólogo a
confirmar esto… - mira hacia la mesa – aunque mucha confirmación no creo que
haga falta…
-Esto no puede estar pasando… - repito como un robot –
-No Malú, basta… - se levanta del sofá – a los imprevistos
hay que hacerles frente… - dice decidida – qué ha dicho Álex cuando se lo has
contado?
-Le eché de casa ayer… - digo volviendo a llorar – es que lo
quiero matar… si no se va ayer, le hubiera matado…
-Claro – dice irónica – él es el culpable de esto… - resopla
– Malú, que eres mayorcita… - niega con la cabeza, dejándome descuadrada –
seguro que le montaste una escena… - bajo la cabeza algo avergonzada –
rectifico – carraspea – lo primero que tienes que hacer es llamarle para que
venga y que apechugue con esto…
-Ni hablar… - digo con un hilo de voz – no quiero verle…
-No te olvides que él también forma parte de esto – dice seria –
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