miércoles, 7 de diciembre de 2016

CAPÍTULO 51: NO LO LLAMES ASÍ

Dirijo mi mano al timbre, temeroso por la respuesta. Temeroso por entrar ahí. Toda la noche en vela no ha sido suficiente para quitarme esta ansiedad. Y sigo sin poder evitar sentir una pizca de ilusión por esto. No es lo que buscaba… no lo buscábamos, pero ha salido así. Qué querrá hacer? Qué quiere que haga? Después de cómo me trató ayer, hoy me espero cualquier cosa. Aunque entendí su reacción. Para ella, para su carrera, un embarazo ahora no es la mejor opción.

Me extraño al escuchar la voz de otra persona al contestarme. No consigo identificar quién es hasta que me abren la puerta. Una Vero seria, pero con gesto diría que comprensivo, me recibe y me invita a pasar. No entiendo nada, le ha pasado algo a Malú?

-Pasa anda… - dice con desdén – bien… aquí estamos… - dice señalándome a Malú, que está sentada en el sofá, mirándome – y después de este bonito reencuentro, me largo…

-No – escucho la voz de Malú – no te vayas Vero… - le suplica y Vero resopla sentándose en una silla –

-Vais a matarme? – digo irónico, viendo como Malú esboza una pequeña sonrisa –

-Al menos tiene más sentido del humor que tú… - dice Vero mirando a Malú –

-Estás más tranquila? – pregunto mirándola y asiente – mejor, pensaba que me ibas a recibir tirándome algo a la cabeza… - digo irónico –

-Deja las ironías quieres? – dice algo cansada – Vero, no te levantes… - dice haciendo que vuelva a sentarse – si te vas, igual si que me lo cargo de verdad…

-Qué bien… - digo cruzándome de brazos – sigues teniendo ganas de matarme…

-Es una conversación muy bonita, de verdad – dice Vero irónica – pero yo creo que debéis hablar a solas

-Que te sientes joder! – ordena Malú – ayer estaba nerviosa… - suspira – siento haberte hablado así…

-No te preocupes… - contesto mirándola – Malú yo… - suspiro sentándome en una silla – siento que esto haya pasado así vale?... – niego con la cabeza bajo la atenta mirada de su amiga – te aseguro que no entraba en mis planes tampoco…

-Esto es un marrón muy grande Álex… - dice frustrada –

-No lo llames marrón vale? – digo algo molesto – es un hijo, no un marrón…

-Mira… - resopla cansada – si te vas a poner con tecnicismos, mejor lo dejamos… - dice algo enfadada –

-Malú joder… - resoplo – no puedo abrir la boca tío… - digo frustrado – lo que quiero decir es que… - la miro – que no estás sola joder… - digo algo nervioso – que ya sé que esto tira abajo todos tus planes… pero también los míos… - llevo mi mano al pecho – no sé qué quieres que haga, ni lo que quieres que diga… - digo sincero – pero te aseguro que esto también ha sido un shock para mí…

Observo a Vero mirarme algo compasiva. Malú se recuesta en el sofá, sin darme contestación alguna. Esto no tiene ningún sentido, estar aquí hablando de esto con Vero delante me corta mucho.

-Yo, si me permitís… - dice Vero poniéndose de pie – creo que deberíamos ir a un ginecólogo para que confirme del todo esto… - la observo – si os parece vamos, porque tampoco es asunto mío…

-Si lo es… - se apresura Malú a contestar –

-Bueno… - Vero niega con la cabeza – el ginecólogo que me llevó el embarazo es un buen tío… muy profesional y… le conozco… - me mira – no sé si tú conocerás a algún ginecólogo…

-Si… - digo alzándome de hombros – pero el que has propuesto está bien, al menos ya le conoces…

El viaje en el coche es lo más surrealista que me ha pasado en mi vida. Yo en el asiento de atrás, con Vero conduciendo y Malú mirando por la ventana. Ni una palabra, ni una mirada, absolutamente nada. Me está haciendo sentir muy culpable con todo esto. Al llegar a la clínica, el nombre me suena. Creo que aquí trabaja algún amigo. Al entrar a la consulta, pasamos los 3, como si fuéramos un trío, pero no voy a abrir la boca. Después de todo, Vero es la única que me está dando algo de conversación.

-Álex? – un hombre me recibe – hombre!!! – me abraza y me dejo mudo – qué pasa chaval? Cuánto tiempo sin verte! – dice efusivo –

-Veo que os conocéis… - dice Vero mirando a Malú cariacontecida –

-Claro que nos conocemos! – exclama – trabajábamos en el mismo hospital…

-Un placer verte otra vez Luis… - digo estrechando su mano –

-Le enseñé todo lo que sabe sobre ginecología… - dice sentándose en la silla – vaya, hoy es una consulta vip? – dice mirando a Malú – hola…

-Hola… - responde algo avergonzada –

-Bueno… - se abre de brazos – vosotros diréis…

-Eh… - Malú duda sobre qué contar –

-Mira Luis… te podemos pedir confidencialidad no? – asiente convencido ante la pregunta de Vero – vale… pues contárselo alguno porque no soy vuestra traductora…

Sonrío ante la ocurrencia de Vero. Tiene un sentido del humor peculiar, a veces fuera de lugar, pero que no incomoda.

-Creo que estoy embarazada… - dice Malú, soltando la bomba sin rodeos –

-Entiendo… - asiente Luis mirándome – estáis embarazados supongo no? – asiento algo avergonzado – soy una tumba eh? Vero lo sabe… - se levanta de la silla – vienen muchas caras conocidas por aquí, pero ya os digo que de aquí no va a salir… - se abre de brazos – te has hecho un test? – Malú asiente – bien, pues – señala el potro – tienes que quitarte los pantalones y las braguitas, ponte esta sábana por encima y súbete… - dice dándole órdenes pausadamente – cuando fue tu última regla? – coge un papel para apuntar –

-Creo que el 1 de agosto… - dice dubitativa –

-Con lo cual tienes un retraso de… - mira el calendario – 15 días más o menos no? – Malú asiente mirándome fugazmente – de acuerdo… - Malú sube al potro con gesto serio – vamos a ver si vemos algo… - me pongo a su lado, con Vero a mi izquierda –

Miro la pantalla y no puedo evitar esbozar una ligera sonrisa. Lo veo. Ahí está. La razón por la que Malú quiere matarme está ahí, en esa pantalla. Noto como me mira y mira a la pantalla alternativamente.

-Pues aquí está… - dice el ginecólogo de manera distendida – efectivamente, estás embarazada… - la escucho resoplar débilmente pero no puedo mirarla, no puedo apartar la mirada de esa pantalla – creo que todavía no puedo pillar el sonido del latido, pero lo ves verdad? – dice mirándome –

-Si… - contesto ensimismado sin dejar de mirar la pantalla –

-Este ecógrafo es muy moderno… - dice – quizá podemos escucharlo…

De repente, un latido fuerte comienza a sonar en la sala. Vero suelta un pequeño gritito y se tapa la cara. No puedo evitar mirar a Malú, emocionado. Agarro su mano y la aprieta fuerte. Ya no tiene ese gesto serio, su cara ha cambiado un poco. Estaba evitando sonreir por no molestarla, pero ya no lo hago. Lo que más me apetece en el mundo ahora mismo es sonreir.

-Late fuerte… - dice Luis – mide 14 milímetros… es muy pequeñito todavía… - Malú me mira con cara de sorpresa – bueno… - retira la sonda y el latido deja de escucharse – si la máquina no me engaña, estás de 7 semanas y 3 días según la medida del feto… pero es algo inexacto… - se dirige a su mesa mientras ayudo a Malú a incorporarse – tus cuentas creo que son algo erróneas… - dice mirando a Malú –

-Puede ser… - responde agarrando la sábana – no recuerdo bien qué dia fue la última regla…

-Bueno, no tiene importancia… - dice mirándome sonriente – hay que ser cautos, eso sí, yo siempre lo digo… tú lo sabes… - me señala – pero de momento, todo está perfecto… - mira a Malú, que sigue plantada envuelta en la sábana – disculpa, vístete y ahora seguimos hablando…

La miro dirigirse hacia el baño, acompañada de una emocionada Vero y no puedo evitar volver a sonreir. Esto no es un marrón, esto es lo más bonito del mundo. Luis me mira sonriente y me da una fotografía.

-Toma, no suelo sacarlas tan pronto, pero sé que te hace ilusión…

Cojo la fotografía en mis manos y la analizo. Se ve, se ve perfectamente, al menos para mí. Comienzo a reirme nervioso y Luis me da una palmada en el hombro amistosamente.

-Enhorabuena chaval… - dice dándome un par de palmadas en la cara – tranquilo, de mi boca no va a salir nada… - le hago un gesto agradecido y vuelvo a mirar la fotografía – bueno Malú… - Malú sale del baño ya vestida – vas a tomarte estas pastillas, una todos los días de acuerdo?

-Vale… - contesta algo contrariada –

-Es para que el embarazo vaya bien… - dice aclarándoselo – digamos que son como unas vitaminas…

-Ácido fólico… - contesto mientras sigo mirando la fotografía –

-Macho te tenía que haber sacado un reportaje entero… - dice riendo –

Alzo la mirada y veo a Malú y a Vero mirándome, sonriendo. Malú baja la cabeza algo avergonzada y se acerca para mirar la fotografía. Nos miramos sonriendo, sin hablar, señalo exactamente dónde está y me mira hasta ilusionada diría yo.

-Vas a tener un buen ayudante… - dice mirando a Malú – aprendió a atender partos y todo…

-Algo he oído… - dice Malú irónica –

-Bueno… - se sienta de nuevo en la silla – quieres llevar el embarazo con nosotros? – Malú me mira y asiento – tienes que hacerte una analítica en unas semanas… - saca unos papeles – y nos vemos si todo va bien en la semana 12, de acuerdo? – asentimos los dos – enhorabuena pareja…

Salimos de la clínica en silencio, pero con otro gesto, sonrientes, hasta que llegamos al coche y un grito de Vero me hace hasta asustarme. Qué efusiva es su mejor amiga, me cago en la puta. Malú ríe abiertamente. Saco de nuevo la foto y, desde el asiento trasero, me pongo entre las dos, con la fotografía en la mano. Malú me mira y, sin decir nada, me da un beso en la mejilla que es suficiente para hacerme olvidar el mal rato de ayer. Está contenta, a pesar de que esto trastoca todos los planes del mundo. Y yo también lo estoy. Mucho más de lo que lo he estado en mi vida. 

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