jueves, 24 de noviembre de 2016

CAPÍTULO 23: PAREMOS ESTO

Tras la pillada de Alejandro ayer, no he vuelto a hablar con Álex. Ni siquiera por la noche me escribió, ni esta mañana. Me cabrea la cobardía y, sin duda, esto tiene que ver con algo de eso por su parte. Bocazas de mí cuando miro el móvil y veo un par de whatsapps suyos.

“Siento lo de ayer. No debí dejarte sola con ese marrón”. No puedo evitar reirme al leerlo.

“Quieres que nos veamos?”

Dudo un segundo. Esto no sé si puede seguir así. Entre nosotros parece que están claras las cosas, pero nos vamos a meter en un lío como sigamos así. Es curioso, pero hacia él solo siento amistad… y atracción está claro, pero solo en determinadas situaciones. Ayer, mientras grabábamos la batalla, me sentía muy cómoda a su lado. Me sigue las bromas, no se cabrea por nada, tenemos un humor muy parecido… y eso me encanta. Pocas veces me he encontrado con alguien con quien haya encajado tan rápido. Tenemos una confianza que no se podría decir que es porque nos conocemos hace años, sino porque ha surgido así desde el principio. Creo que podría contarle mi vida y sabría que no diría una palabra. Me sorprende pensar así de él, jamás he confiado tanto en alguien tan rápido.

-“Estoy en casa, pensaba sacar a los perros. Te apuntas?” – escribo pensando que estoy loca por proponerle algo así –

-“Claro, dame 10 minutos” – contesta rápidamente –

Sonrío. Solo espero que nadie nos saque una foto, sería una bonita estampa familiar que daría lugar a tantos rumores que me da pereza solo de pensarlo. Pero me apetece. Me apetece estar con él en un sitio donde no dé pie a acabar en la cama.

10 minutos casi exactos y suena el timbre. Cojo a Danka con la correa y a mis pequeñas y salgo de casa. En la puerta del jardín, espera con una correa en la mano. Me ha enseñado fotos de su perro, Dandy creo recordar que se llama, pero no lo he visto todavía en vivo y en directo. Es un perro de tamaño mediano, más pequeño que Danka. No había pensado que quizá no se lleven bien, pero Danka está acostumbrada a estar con otros perros. Las pequeñas es otra historia.

-Hola – me saluda sonriente pero algo tímido –

-Hola – sonrío – y este pequeño? – me agacho a hacerle una carantoña a su perro, que la recibe lamiéndome la mano – qué simpático…

-Si, ahora ya sabes por qué se llama Dandy… - sonríe – es un ligón… - se agacha a acariciar a Danka – a vosotras ya os conozco… - dice cariñoso –

-A ver qué tal se llevan… - digo riendo –

-Siempre sales con las 3? – dice mirándome divertido – no das abasto…

-Las pequeñas salen menos… tienen el jardín para correr – digo comenzando a caminar – pero de vez en cuando las saco a las 3… ahora que tengo tiempo…

-Claro… - responde mirándome – siento lo de ayer…

-No te preocupes… - digo restándole importancia –

-Te dijo algo? – dice refiriéndose a Alejandro –

-Me hizo un interrogatorio, pero lo corté en seguida… - digo alzándome de brazos – puedo ser muy borde cuando quiero…

-Lo sé… - dice sonriendo – siento haberte dejado allí… - noto su voz algo nerviosa – me bloqueé yo creo…

-La verdad es que me dio mucha vergüenza – confieso sincera – menos mal que entró Alejandro y no otra persona…

-Ya ves… - dice poniendo énfasis – pensé en eso anoche…

Seguimos hablando mientras llegamos al parque que hay cerca de casa. Comenzamos a caminar por el parque, algunas personas nos miran, pero no nos para nadie, cosa que agradezco, con el careto que llevo como para que alguien me pida una foto. Acabo de caer que ni siquiera me he maquillado. Cuando quedo con alguien, las pocas veces que lo hago, me maquillo. Pero con él no… no me importa que me vea en todo mi esplendor con mi cara lavada.

-A partir de ahora, llamaré varias veces antes de entrar a tu camerino… - dice sacando de nuevo el tema –

-No pasa nada eh?... Si total… - me alzo de brazos –

-Ya sé que ya te he visto desnuda… - dice recordando mi frase de ayer – pero créeme que no es algo a lo que uno se pueda acostumbrar…

-Eso es un piropo? – digo frunciendo el ceño –

-Creo que sí… - responde de manera graciosa –

-Jajajaja! – estallo en una carcajada – si esto va a seguir pasando, vamos a tener que poner unos límites… - me mira extrañado – nada de arranques en sitios en los que pueda entrar alguien…

-Arranques… - dice riéndose – lo vamos a llamar así?

-Cómo quieres llamarlo? – digo mirándole con atención –

-Emmm… - me mira y sonríe – arranques está bien…

-Esto va a seguir pasando? – pregunto mirando a Danka –

-No lo sé… - responde pareciendo sincero – ayer fue una situación especial… - dice sin mirarme – mientras no me recibas en ropa interior, todo irá bien…

-Jajajaja – vuelvo a reir – los tíos también podéis controlaros como nosotras… también te lo digo… - me mira – eso de “es que la testosterona me impide controlarme” – niego con la cabeza – no cuela…

-La testosterona es jodida, también te lo digo… - me hace reirme –

-No más jodido que una regla, eso seguro… - digo afirmando con la cabeza –

-Touché – sonrío triunfante –

-Me hacía falta un paseo… - confieso – llevo un día un poco frustrante…

-Y eso? – pregunta mirándome –

-Estamos con el nuevo disco… y todo lo que me llega es una mierda, así te lo digo… - digo negando con la cabeza –

-Ya estás con el nuevo disco? – pregunta impresionado – tú es que no piensas descansar?

-Será porque tú no estás preparando el tuyo… - digo sabiendo que está en fase de producción –

-Yo acabo de empezar en esto… soy joven todavía… - dice irónico –

-No te pego porque estamos en el parque… - digo seria pero sonrío al instante – en serio, nunca me había pasado estar tanto tiempo para elegir aunque sea una de las canciones…

-No tienes ninguna? – pregunta –

-No… - contesto con cierto tono de tristeza – es lo que tiene no saber componer, que si no me llega lo que busco, tengo que esperar…

-No compones porque no quieres… - niega con la cabeza –

-Claro, es eso… - contesto irónica – y el tuyo cómo va?

-Todavía no tengo cerrado el repertorio… - dice con tono tranquilo – estos días apenas he tenido tiempo para sentarme con el piano… pero ya lo haré...

-Me das mucha envidia… - respondo sincera y me mira con media sonrisa – esa tranquilidad me gustaría para mí…

-Te estresas demasiado… - dice como si me conociera –

-No sabes hasta qué punto… - respondo sincera – a veces creo que no soy capaz de relajarme ni un segundo…

-Sí que sabes… - le miro – solo tienes que dedicarle tiempo a estar tranquila…

-No sé hacer eso, lo siento – digo riéndome –

-Siempre se puede aprender… - se encoge de hombros – si quieres te enseño - me mira sonriendo - 

Seguimos caminando por el parque hasta que comienza a oscurecer. Creo que es el paseo más largo que me he dado con mis perras, hasta me miran extrañadas. A pesar de pasar por donde vive, se empeña en acompañarme a la puerta. Por un momento creo que me va a decir algo sobre entrar y vamos a volver a tener un arranque, pero no sabría explicar por qué, no me gustaría que pasara hoy. Quizá es porque la charla que hemos tenido ha sido tan relajada que no quiero que acabe de nuevo así. Al despedirnos, me da un cariñoso beso en la frente, y se marcha con Dandy. Me gusta que se haya convertido en casi una costumbre por su parte el darme un beso en la frente. Es un gesto cariñoso que tiene conmigo gente a la que quiero. Sonrío al entrar a casa y pensar que el paseo ha terminado de la mejor forma posible, al menos para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario