Me parece increíble que haga ya más de una semana de aquella
desgracia. Mi tío y yo siempre habíamos tenido una conexión especial y, aunque
hablásemos poco últimamente, siempre me daba la sensación que todo era como
cuando era pequeña y él tocaba la guitarra mientras yo bailaba. El día del
funeral vi muchas caras conocidas. Digo que vi por decir algo, las lágrimas a
veces no me dejaban observar del todo lo que me rodeaba. Le volví a ver después
de tantos meses. Allí estaba, con un hombre que creo que sería su padre, un
hombre de unos 60 años, los dos serios, muy serios. Incluso creo que vi como
aquel hombre derramaba alguna lágrima. La forma en la que Álex trataba a ese
hombre me daba mucha ternura. Por aquel funeral pasó mucha gente que yo no
conocía, gente que no conocía a mi tío en persona pero que estaban rendidos al
mito. Supuse que Álex y su padre venían en calidad de eso. Me sorprendió mucho
verle, sinceramente, incluso diría que me gustó.
Ese mismo día, tuve una conversación con Alejandro en la que
salió el tema de Álex.
-Es que no me lo puedo creer… - dijo Alejandro secándose las
lágrimas – si hace unas semanas estábamos en casa hablando de hacer lo del
proyecto juntos…
-Yo creo que voy a necesitar mucho tiempo para digerir esto…
- dije sincera, sentándome en una silla –
-Sabes quién estaba conmigo cuando me enteré de esto? – dijo
Alejandro totalmente compungido – Álex… - giré un poco la cabeza, como
intentando entender el por qué estaba allí – estábamos hablando precisamente de
lo del proyecto… - se rasca la cabeza y cierra los ojos fuerte – se portó muy
bien… cuando vio lo que había pasado, se llevó a Dylan a jugar mientras Raquel
y yo nos desahogábamos… lo necesitaba, me estaba aguantando por el niño…
Aquella conversación me dejó de piedra. Alejandro no suele
meter en su casa a cualquiera, pero tiene un sexto sentido especial para las
personas. No suele juzgar a nadie para mal, pero sí lo hace para bien. Si
alguien le da buena espina, se vuelca con esa persona aunque apenas le conozca.
Y parece que Álex no le está defraudando. La verdad que es parece buena gente…
qué persona me va a mandar un mensaje de ánimo después de lo que ha pasado
entre nosotros y después de habernos vuelto a cruzar? Además, estoy segura que
lo hizo sin esperar nada a cambio. Un mensaje tan escueto, pero con tanto mensaje
dentro. Yo, cuando lo leí, en lo único que pude pensar es en que no me guardaba
rencor por haber sido tan poco amable con él aquella mañana. Lo mismo con el
mensaje de año nuevo. Han sido dos momentos sutiles, con detalles pequeños, que
junto con la opinión que tiene Alejandro y lo que escucho por parte de los
demás, me hace pensar que, realmente, aquella noche tuve suerte. Otro en su
lugar quizá me hubiera agobiado, o hubiera intentado algo más, o ahora estaría
rezando para que su entrevista contándolo todo no saliera en ninguna revista.
Reconozco que ese miedo lo tuve. Y digo lo tuve porque ya no lo tengo.
Por eso cuando le he visto no he podido evitar ser hasta
cariñosa. Jamás nadie me había demostrado tantas cosas con tan poco. Quizá no
sería mala idea dejar de un lado la tensión que me produce verle e intentar
conocerle. Estoy segura que tenemos un carácter parecido, por lo poco que pude
sacar en claro de esa noche.
Tras su actuación, es mi turno. Cruzamos una mirada fugaz.
Me sonríe y le sonrío. Salgo al escenario dispuesta a cantar como si no hubiera
pasado nada hace poco más de una semana, así debe ser, y así le gustaría a él.
Tras la actuación, recibo muchas muestras de cariño por
parte del público. Y por parte de mis compañeros, todos se afanan en
preguntarme qué tal estoy. Álex permanece en un segundo plano, hablando con
Pablo y Manuel, mirando hacia la zona donde estoy yo de vez en cuando.
Escucho el discurso de él y de Pablo tras el escenario.
Parecen una pareja cómica, qué bien se llevan. La gente se ríe con las bromas
que se gastan, intentando empujarse para recoger el premio, pero tienen tiempo
para dedicárselo a sus respectivas familias cada uno. Álex vuelve a acordarse
de la tal Tere. Me gustaría saber quién es para que sea tan importante en su
vida. Quizá es una ex con la que mantiene buena relación.
Nos volvemos a saludar cuando baja del escenario, junto a
Pablo, que se lanza a darme un abrazo totalmente excitado de la emoción.
-Bueno Pablo, pues ahora tendremos que hablar de la custodia
de esto… - dice Álex poniéndose serio – yo exijo custodia compartida.
-Vale, los fines de semana para ti – contesta Pablo –
-Una mierda, cada quincena uno – le contesta Álex,
haciéndonos reir a los presentes –
-Que no, que lo he parido yo… - dice dramáticamente Pablo –
-Pues nos veremos en los tribunales… conozco mis derechos! –
exclama Álex –
-Jajajajaja! – estallo en una carcajada – os habéis
planteado ser pareja cómica?
-Como martes y trece tío – dice Pablo dándole una palmada en
el hombro – nos podríamos llamar… - se queda pensativo –
-Álex Torres y cia… - contesta mirando el premio, con tono
irónico –
-Muy gracioso… - contesta Pablo pegándole en el brazo –
-Sabéis que os van a dar uno a cada uno no? – aparece
Alejandro a mi espalda –
-No jodas! – exclama Álex – entonces ya pa qué quiero saber
de ti… te dejo! – exclama mirando a Pablo –
-Anda… - digo riéndome – invítame a un cigarro – digo a Álex
como si nada –
Su cara de sorpresa me hace sonreir triunfante. No se lo
esperaba. Asiente sin decirme nada y caminamos hacia una de las puertas
laterales que dan a una pequeña terraza. En ella ya se encuentran Rosario
hablando animadamente con Pastora, Pili para los que la conocemos. Nos miran y
nos hacen un gesto pero veo como Pilar coge del brazo a Rosario disimuladamente
cuando ésta iba a acercarse a nosotros. Será que no la conozco para saber por
qué ha hecho eso. Pongo los ojos en blanco al imaginar lo que estarán diciendo.
-No tienes frío? – pregunta mirando mis brazos descubiertos
–
-La verdad es que no… - digo encendiéndome el cigarro –
toma…
-Y una vez más digo que tengo que dejarlo… - dice encendiéndoselo
–
-Y yo… - digo riendo – esto se parece demasiado a la última
gala en la que coincidimos…
-Sin partos de por medio – responde –
-Ahora es cuando te invito a mi casa… - digo sin pensar –
La cara se le cambia durante un instante. Solo un segundo
parece que va a atragantarse, o a cortarse, o a cambiar de tema, pero luego
comienza a reírse, contagiándome. Me parece increíble estar riéndonos de lo que
pasó aquella noche. No hubiera apostado ni media pestaña a que esto iba a
pasar. Y el caso es que no me siento incómoda haciéndolo, ni mucho menos. Es
más, tengo más confianza con él que con gente que conozco hace años, lo que me
resulta raro pero agradable.
-Bueno, creo que es el momento de fumar la pipa de la paz… -
digo espontánea –
-Estábamos en guerra? – pregunta sonriendo –
-No, claro que no… - digo algo cortada – hablaba en sentido
figurado…
-Lo sé… - responde sonriendo ampliamente – amigos? –
extiendo su mano de manera graciosa –
-Amigos… - contesto sonriendo y estrechando su mano – Has
compuesto algo nuevo?
-Si… - exhala el humo – estoy de lleno con el nuevo disco…
-Tú vas a ser como yo… - digo asintiendo – gira, disco,
gira, disco…
-Bueno… - niega un poco con la cabeza – tu ritmo no es el
mío… lo tuyo es una locura… - le miro extrañada – no sé cuántos años llevas en
esto…
-17 – contesto con una sonrisa de oreja a oreja –
Ahora si que se ha atragantado. Impresiona la cifra, me
impresiona a mí si la pienso. Hace gestos graciosos como fingiendo que le falta
el aire. No puedo evitar reirme, es muy expresivo y muy gracioso.
-17 años… - susurra – yo te recuerdo cuando era joven… - se
queda pensativo – pero cuántos años tienes? – estallo en una carcajada viendo
la cara que ha puesto – joder, no, esa pregunta no se le hace a una chica Álex…
- finge estar hablando con él mismo – perdona, ha sido un impulso… - dice
riendo –
-33 voy a cumplir en… - me quedo pensativa – 8 días…
-Joder pero si tenemos la misma edad… - niega con la cabeza
– qué he estado haciendo con mi vida?
-Estudiar medicina, te parece poco? – contesto con gesto
claro –
-8 días… - dice pensativo – 15 de marzo no? – afirmo
sonriendo – Felicitar a la matrona… - finge apuntar en su móvil –
-Idiota… - digo riéndome – tenemos la misma edad? – pregunto
riendo –
-Si… bueno, yo los cumplo en diciembre… - tira su cigarro al
suelo y lo apaga – era de los pequeños de mi clase…
-Yo me voy a fumar otro – digo sacando el paquete – quieres?
-Esto en mi pueblo se llama sablear… - dice cogiendo otro –
en las guardias, cuando salía a fumar, hacía esto a veces… como no sabía cuándo
iba a poder volver a salir… - se lo enciende –
-Ya ves tú la tontería eh? – digo encendiéndolo – si no me
apetece… - río – y cómo va lo del disco?
-Pfff… - resopla – ahí va… tomando forma…
-Es difícil eh? – digo compadeciéndome –
-Es un caos… - contesta él –
-Exacto – respondo – miedo me da el siguiente… - confieso –
-Pero si tienes una pedazo de gira por delante… - dice
riendo – ya tendrás tiempo de pensar en eso…
-Ya… - sonrío – te puedo hacer una pregunta? – alza una ceja
con gesto gracioso –
-Que no sea difícil… - dice divertido –
-Quién es Tere? – pregunto interesada –
-Vaya… - dice sonriendo – esa no me la esperaba… - ríe
tímidamente – es… tienes a alguien que sabes que puedes pedirle cualquier
consejo, cualquier tipo de ayuda, a cualquier hora en cualquier momento? –
asiento pensando en Vero y en Alejandro – pues esa es Tere… - sonrío – es una
médico que me ha ayudado mucho… digamos que me ha enseñado a caminar solo… -
exhala una calada – tanto en lo profesional como en la vida… es como mi segunda
madre…
-Es mayor que tú imagino… - contesto –
-Si… - asiente – tendrá como… - se queda pensativo – 40 y largos…
sabe más de la vida que tú y yo juntos… - sonrío – fue ella la que poco más que
me convenció para meterme en esto…
-Entonces habrá que darle las gracias… - sonrío –
Me sorprende haberle preguntado por Tere. No sé exactamente
por qué tenía tanto interés en saber quién era. Quizá porque no quería sentirme
culpable por haberme acostado con él si tenía novia. Pero me ha dejado una
sensación de tranquilidad su respuesta que hasta me siento gilipollas.
-Te vas a resfriar… - dice de repente tocando mi brazo –
quieres mi chaqueta? – veo como se la está quitando y le freno –
-Que no, que estoy bien… - digo un tanto incómoda –
-Pues entonces vamos dentro, no querrás cumplir 33 con una
gripe no? – contesta –
-Bueno, tengo un amigo médico, eso no me preocupa… - sonrío triunfante al ver su cara y comienzo a caminar hacia la puerta –
Sé que se ha quedado parado con mi respuesta, me gusta soltar zascas de vez en cuando. Lo reconozco, soy un poco borde a veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario