-Estoy hablando muy poco esta noche… - digo reflexivo y con
tono animado tras terminar “Se me olvidó” – no? – pregunto al público que se
ríe – suelo hablar más pero es que imagínate… qué voy a decirle a 15000
personas? – sonrío. Dentro del barullo, se escucha un “viva la madre que te
parió” bastante fuerte – Joder! – exclamo – lo habéis oído no? – hay una risa
general – sabéis lo que dijo mi madre cuando le dije que iba a tocar en el
palacio? – digo con toda la intención de decir algo gracioso – en la zarzuela?
Me dijo con sorna… como si no se lo creyera… – hay una risa general – no mamá…
en el wizink center… - niego con la cabeza – en donde? – sigo dispuesto a
terminar la broma – en el palacio de Malú, mamá… - la gente ríe y exclama,
supongo que piensan que va a salir y empiezan a gritar, y me hacen creer que
Malú anda por allí, tanto que me doy la vuelta – no asustarme… - digo dándome
la vuelta – que Malú no ha venido hoy hombre… - digo con ironía y recibo los
gritos de las primeras filas – que viene la semana que viene… - se escuchan
gritos… probablemente mucha de la gente que me ve hoy, vendrá la semana que
viene - Bueno va, volvamos a centrarnos… hay una canción… que le escribí a una
persona en concreto… - comienza el murmullo y grititos de emoción – pero que es
extrapolable a todas las mujeres de este mundo… y quiero que hoy todas las
mujeres que estáis aquí, os la cantéis… y todos los hombres que estéis aquí, se
la cantéis a ellas. A todas esas mujeres que luchan cada día – escucho gritar
al público y aplausos – a todas esas mujeres que necesitan un poco de aliento –
sigo escuchando aplausos – A todas esas mujeres que necesitaron aliento y nadie
se lo dio, solo ellas mismas… - continúo con mi speach, escuchando más aplausos
- A todas esas mujeres de las mil batallas. Va por vosotras.
El estruendo del aplauso me aturulla. Es una canción
especial. Me salió escribirla al pensar en Tere… en todas esas cosas que le
habían pasado en su vida. En lo mal que le había salido todo. Y cómo seguía
adelante. Evidentemente, la de Tere es una de esas historias de mujeres que no
lo tienen fácil en la vida. Supongo que la canción no solo me salió pensando en
ella, sino en todas esas mujeres que no se encuentran con una vida sencilla.
Nadie la tiene en realidad, pero las mujeres suelen encontrarse más trabas. Desde
que salió la canción, la catalogaron como una canción feminista y ha recibido
críticas positivas por parte de casi todo el mundo. Incluso me han pedido ceder
la canción en una campaña contra el cáncer de mama. Mi intención no era hacer
un himno, pero estoy orgulloso de que lo sea para muchas mujeres.
-La vida tiene tu nombre… - comienzo con el tema – mujer de
las mil batallas – veo muchas luces encendidas, probablemente, de los móviles
grabándome – la fuerza de tu mirada, con el valor no se esconde… - me dirijo
hacia la parte derecha del escenario, a uno de los pasillos laterales – hay que
plantar la esperanza en el lugar donde duele… - señalo hacia donde sé que está
mi familia y, por supuesto, Tere – para que crezca bien fuerte, en el miedo que
acompaña…
Dirijo el micrófono hacia la gente y tengo que hacer
verdaderos esfuerzos por no gritar. Me responden. “Y sigues tan bonita como
ayer… no se despeina el alma”.
-Un pasito más, que sí se puede… - dirijo de nuevo el
micrófono a la gente mientras camino hacia la pasarela central, escuchando como
cantan – lo que diga está de más, ya sé que quieres gritar – señalo hacia
delante – y no te sientas sola… - me toco el pecho – contigo estoy.
Camino hacia la parte izquierda de la pasarela, escuchando
los aplausos y los gritos que no consiguen sacarme de la canción.
-Todas las luces del mundo iluminan tu vereda… y cada herida
la llenan con el amor más profundo – me detengo en mitad de la pasarela
izquierda – pero si la noche es larga y sientes que estás perdida – dirijo mi
índice a la sien derecha – recuerda mi melodía – sonría – que te quiere y te
acompaña… - continúo caminando hasta el escenario – y sigues tan bonita más que
ayer… no se despeina el alma…
Dirijo el micrófono a la gente con un gesto de que quiero
oírlo más fuerte. Me responden al unísono entonando “un pasito más, que sí se
puede”.
-Uno y otro más, mujer valiente – continúo cantando con
fuerza – lo que diga está de más, ya sé que quieres gritar y no te sientas sola
– alargo la última – un pasito más… - comienzo a caminar por la pasarela
central – mujer valiente, lo que diga está de más, ya sé que quieres gritar –
señalo al frente – y no te sientas sola… - dirijo el micrófono a la gente y
pongo mi mano en el pecho mientras escucho “contigo estoy” varias veces.
Asiento algo emocionado y vuelvo caminando hacia el escenario mientras la
música termina.
-Gracias Madrid – digo casi en un susurro –
Dejo que acaben los aplausos. La siguiente canción es una de
las que más me va a costar cantar, lo sé.
-No puede ser, se me escapó – justo al empezar, escucho
gritos de aprobación, es una de las canciones más esperadas – se fue con un
suspiro apagando mi razón… y ahora ya no creo en nada… - canto con una especie
de nudo en la garganta, agarrado al pie de micro en el centro del escenario –
la busco aquí, en la habitación. Su ropa en el armario conserva aún su olor…
apuntalando mi nostalgia…. – el público casi se mantiene en silencio o, al
menos, yo los escucho muy poco – Oigo su voz, aunque no está, sigo tratando de
aceptar… que me falta el ruido… - ahora si los escucho – sus pasos por la casa,
siempre, ruido… - sigo con los ojos cerrados, aferrado al micro – su risa
recorriendo los pasillos… la vida se me antoja eterna, no me siento capaz de ser
feliz si ella no está. Si me falta el ruido… - trago saliva – si falta ruido…
donde quiera que estés… - este último verso me hace abrir los ojos porque
escucho perfectamente como el público lo entona conmigo. Esbozo una pequeña
sonrisa y vuelvo a aferrarme al micro –
-El caso es que yo sigo aquí, buscando mil motivos que
ayuden a seguir… pero no sirven de nada… - niego con la cabeza – la busco aquí,
en cada canción, no logro imaginarme el cielo aún mejor que su trasluz en la
ventana… - sonrío casi sin darme cuenta porque me he metido tanto, que he
recordado la figura de mi abuela asomada a la ventana cuando llegábamos a casa
– oigo su voz, aunque no está, sigo tratando de aceptar… - dirijo el micrófono
hacia el público, soy incapaz de seguir –
Observo como cantan el estribillo. Saco el micrófono del pie
de micro y me siento en las escaleras que dan acceso al pasillo central,
escuchándoles, con los ojos cerrados.
-Si me falta el ruido – alzo el tono de voz mientras me
levanto y camino hacia delante – si me falta el ruido, sus pasos por la casa,
siempre, ruido… - dirijo mi mirada a la gente que alcanzo a ver y veo a chicas
llorando mientras cantan la canción – su risa recorriendo los pasillos… -
sonrío melancólico – la vida se me antoja eterna, no me siento capaz de ser
feliz, si ella no está, si me falta ruido… - me encojo un poco para poner más
énfasis – sus pasos por la casa, siempre, ruido… su risa recorriendo los
pasillos – digo con rabia – la vida se me antoja eterna, no me siento capaz de
ser feliz si ella no está, si me falta el ruido… - me callo y dirijo el micro
al público.
“Si falta ruido” corean al mismo tiempo. Pongo mi mano en el
pecho como agradeciendo a la gente que haya cantado esta canción conmigo.
Instantes después, dirijo mi mano hacia arriba, con el índice erguido, como
señalando al cielo. Vuelvo caminando al escenario, intentando recomponerme de
un momento tan intenso.
Comienza el piano a resonar en el recinto, sin casi darme
tiempo a recomponerme del todo. Llega otro momento importante. La voz de Pablo
tarareando el inicio de la melodía parece que pasa desapercibida para la
mayoría del público. Sonrío, se van a sorprender mucho.
-Somos sólo luz – comienzo suave a cantar – dos cobardes que
no encuentran la manera… - sonrío al ver como la cantan conmigo – dos idiotas
que no saben cómo hacer… una vida con la vida que les queda… - camino hacia el
centro del escenario – no hicimos pie… y casi nos ahogamos sin saber qué hacer
– Pablo entra por abajo haciendo una armonía, pero no parece haberse dado
cuenta nadie - … los dos nos abrazamos sin tenernos fe – Pablo repite “sin
tenernos fe” - … sin tenerlo nada claro… - sonrío al ver como Pablo sale al
escenario caminando desde el extremo izquierdo –
-Hay lodo – canta entre los gritos despavoridos que se
escuchan, no puedo evitar mirar a la gente, las caras de sorpresa son
increíbles – y humedad por encima de todo. Y una foto con cara de bobos – Pablo
me mira sonriente y me hace un gesto como de “cuánta gente” – Y el rencor al
dolor del amor que no acaba del todo – hay nada, la presión contra el pecho y
las alas – caminamos hasta encontrarnos en el centro del escenario – tu mirada
entre tantas miradas
-La razón de que no se cruzaran es sólo un misterio… - hago
una pausa – que no vale nada… - le hago un gesto sonriente para que siga
cantando él –
-Somos sólo luz… - sonrío al escuchar de nuevo los gritos –
personajes que abandonarán la escena – me agarra de los hombros y caminamos por
la pasarela central – y el cuento que ha vuelto a ocurrir… no nos quedan ya
finales ni inocencia…
-Ni inocencia… - canta después – no hicimos pie…
-No hicimos pie – canta Pablo como si contestase – y casi
nos ahogamos sin saber qué hacer – canto esta parte con rabia – los dos nos
abrazamos sin tenernos fe… - cantamos a la vez – sin tenerlo nada claro –
Siento la fuerza de la canción y siento que también la
siente Pablo, así que ya estoy metido en el fango. Los dos, en el centro del
final de la pasarela central, nos ponemos frente a frente para cantar la parte
final de la canción.
-Hay lodo – canto –
-Hay lodo – me contesta –
-Y humedad por encima de todo – continúo -
-De todo – contesta –
-Y una foto con cara de bobos, y el rencor al dolor del amor
que no acaba del todo…
-Hay nada – sigue Pablo, con su particular giro al inicio de
la frase – la presión contra el pecho y las alas – hace gestos que le dan
fuerza a la canción – tu mirada entre tantas miradas… la razón de que no se
cruzaran es sólo un misterio… - admiro la forma que tiene de cantar una canción
que no es suya, pero que es como si la entendiera – hay lodo, y humedad por
encima de todo… y una foto con cara de bobos…
-Y el rencor al dolor del amor que no acaba del todo –
continúo yo con la misma intensidad – hay nada, la presión contra el pecho y
las alas, - me doy un golpe en el pecho con fuerza - tu mirada entre tantas
miradas…
-La razón de que no se cruzaran es sólo un misterio… - canta
con menor intensidad – que no vale nada…
-Somos sólo luz…
-Sólo luz… - me responde –
-Dos cobardes que no encuentran la manera…
-Dos idiotas que no saben cómo hacer… - continúa –
-Una vida – cantamos a la vez – con la vida… - hacemos una
pausa a la vez – que les queda…
Nos fundimos en un abrazo sentido, escuchando de fondo el
estruendoso aplauso que se mete en mis oídos.
-Pablo Alborán – exclamo haciéndole un gesto de
agradecimiento –
Los aplausos y los gritos se intensifican. Pablo ríe algo
avergonzado diría yo.
-Álex… gracias por invitarme, hermano… - dice agarrándome de
nuevo de los hombros – eres muy grande…
Nos abrazamos de nuevo, sonrío con algo de vergüenza yo esta
vez. Pablo se marcha por el escenario escuchando como corean su nombre. Sonrío.
Qué cantidad de amigos y de artistas han estado dispuestos a venir a cantar
conmigo. Soy muy afortunado.
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