martes, 22 de agosto de 2017

CAPÍTULO 135: BIG BANG

Al final me ha convencido. No creo que la solución a todo sea huir siempre, pero si creo que puede ayudarme. Hace ya días desde que Álex me abrió los ojos y creo que he cambiado mi forma de actuar con él. No le aparto, respeta siempre el espacio que le pido, pero está ahí. Hemos hablado mucho estos días de lo que siento, mucho más que en los meses anteriores. Le observo conducir, con música de fondo, concentrado en la carretera. Apoyo mi codo en la puerta del copiloto y mi rosto en la mano, mirando por la ventana. Dentro de nada tendré que comenzar a participar en crear de nuevo otro espectáculo. La gira es algo que me ronda la mente, pero no consigo centrarme en ello. Se están encargando Rubén y los demás, saben que no estoy bien, sobre todo después de lo que pasó el otro día. Mi hermano ha intentado hablar conmigo, pero todavía no es el momento, no puedo expresar lo que siento sin llorar y no quiero que me vea así.

En cambio, he llorado mucho estos días con Álex. Solo con que esté cerca, me tranquiliza. Conforme voy mirando los carteles, voy entendiendo donde vamos. Donde empezó y terminó todo. Algo así como nuestro Big Bang. Detiene el coche frente a ese remonte que tanto recuerdo. Al subirlo, sé que veré el mar. Bajo del coche sin decir nada y, sin coger ni una sola de mis pertenencias, subo el remonte bajo la atenta mirada de Álex, que me observa plantado al lado del coche. Al subir y sentir la brisa del mar, y abrir mis ojos y ver la orilla, recibiendo las olas con gusto, sonrío. Hace buen tiempo, es un día despejado y caluroso de mitad de Abril. Cierro los ojos y respiro hondo, con una media sonrisa. Resulta que acabo de descubrir que la paz no está en un solo sitio. Aquí también existe. La pequeña playa sigue estando igual que aquella vez que estuvimos aquí, y eso me hace sentirme bien. Me doy la vuelta y Álex me mira desde el coche, sonríe y, sin decirme nada, abre el maletero y coge la mochila.

-Hace un día estupendo, verdad? – dice llegando a mi altura –

-Si… - respondo sonriendo mirando al horizonte –

-Anda vamos…

Me agarro a su mano y bajamos hasta la playa. Al llegar, me quito el calzado y los calcetines y me dirijo a la orilla. El agua está bastante fría, pero me hace sentirme tan bien notar el mar en mis pies… es una sensación que me costaría describir con palabras.

-Cuando tuve el accidente de coche… - escucho su voz a mi espalda pero no me giro – y estaba atrapado esperando a que me sacaran… - cierro los ojos recordando el pánico que sentí por si le pasaba algo – supe que tenía que pensar en algo que quisiera volver a hacer… algo que consiguiera calmarme y esperar a que me sacaran… - sonrío – y pensé en volver aquí contigo… te juro que hasta pude sentir la brisa… - me giro para mirarle – para mí significa mucho que estemos aquí…

-Para mí también Álex… - bajo la cabeza un poco avergonzada –

-Ven… - me invita a sentarme entre sus piernas –

Apoyo la cabeza en su pecho. Sus pies también están desnudos. Cierro los ojos y lo único que escucho es su respiración a mi espalda y el sonido de las olas al frente. Por un momento, siento que podría entrar en trance aquí, que podría abstraerme de absolutamente todo lo que me rodea. Esa sensación me encanta, la sensación de no tener que pensar en nada, de no tener miedo… hace mucho que no lo siento.

-Para mí, este sitio es el comienzo de lo nuestro… - dice hablando a mi espalda – aquí supe que no solo me gustabas… - sonrío avergonzada – por muchas cosas que hayan pasado entre nosotros, este sitio para mí es uno de los mejores recuerdos que tengo… - comienzo a notar la emoción en mi garganta – el tiempo que estuvimos separados… pensaba en esta playa de vez en cuando… - me recuesto más en su pecho – pero no tuve el valor de volver solo…

-Álex… - digo acariciando su mano – este también es uno de los mejores recuerdos que tengo…

-Desde que te conozco… - le oigo tragar saliva, como si le costase hablar – joder, mi vida ha cambiado tanto… - se ríe – Malú, hay muy pocas cosas de las que esté seguro del todo… - cierro los ojos – pero si hay una cosa de la que estoy seguro, es que nunca voy a poder olvidar esto… - siento un nudo en la garganta – nunca voy a poder olvidar las cosas que he sentido contigo y las cosas que nos han pasado… - ríe – contigo me han pasado cosas que no me habían pasado con nadie… - de repente, a mi mente viene aquel día, mientras me hacían la ecografía, y vi como Álex casi lloraba al oir el latido del bebé – sé que entre nosotros no hay solo amor, o atracción… - aprieto su mano – hay mucho más… hay como… - se queda pensativo – como un nexo, no se explicártelo… como un vínculo… - sonrío – y eso no se puede romper… - asiento levemente – siempre voy a tener la necesidad de saber cómo estás… y… - traga saliva – y de ayudarte si necesitas algo, aunque ya no seamos nada… - sonríe – siempre serás especial para mí...

-Álex que…? - le miro extrañada, no sé qué quiere decir, pero me está asustando –

-Lo que quiero decir es que… - sonríe mirando al suelo – que no sé lo que va a pasar dentro de un mes… ni dentro de un año… - le miro atentamente – y tú tampoco lo sabes… - frunzo el ceño – pero pase lo que pase y ocurra lo que ocurra, siempre voy a estar aquí… - siento el temblor en mi barbilla – sé que últimamente quizá te he agobiado demasiado – voy a hablar pero me corta – y procuraré dejarte espacio, pero no me pidas que no me preocupe por ti… - le miro algo emocionada – no me pidas que me aparte mientras veo como te sientes perdida… - suspira – no es solo que te quiera, o que esté enamorado de ti… - sonrío avergonzada – es que… - suspira de nuevo – es que eres uno de los pilares que me sostiene… - le miro emocionada – y si tú te tambaleas… - se alza de hombros – yo también me tambaleo… - río sin querer – y eso se que va a ser así para siempre…

-Álex… es… - carraspeo para aclararme la voz – es muy bonito lo que dices pero… - le miro y sonríe – joder, por un momento pensaba que ibas a dejarme…

-Claro que no… - dice convencido mientras ríe – pero sé que mañana, dentro de una semana, o de un mes… las cosas pueden ser diferentes… - me mira – tú también lo sabes… - asiento – solo quería que supieras que ocurra lo que ocurra entre nosotros dos, nunca vas a tener que preocuparte… - alzo una de mis cejas – nunca haré nada que te perjudique…

-Álex… - digo con desgana –

-Ya te he dicho que hay muy pocas cosas de las que estoy seguro ahora mismo… - alza mi barbilla para que le mire – y una de ellas es esa… - le miro – nunca haré nada que te perjudique… - sonríe – solo quería que tú también estuvieras segura de eso…

Nos miramos unos segundos. Por primera vez en mi vida confío plenamente en alguien que no es de mi familia, que no es de mi sangre, pero es como si lo fuera. Niego con la cabeza sonriendo y le veo sonreir mirándome.

-Qué pasa? – dice mirándome –

-Y yo que pensaba que me ibas a dejar… - vuelvo a decir de nuevo –

-Mientras vayamos por el mismo camino, iremos juntos… - dice abrazandome por la espalda –

-Qué zen te has puesto… - digo riendo –

-Álex sentimental ser… - dice con voz de Yoda –


-Jajajajajaja! – estallo en una carcajada - 

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