martes, 12 de septiembre de 2017

CAPÍTULO 136: NO ES TAN DIFÍCIL

-Y entonces saldrán los cañones con fuego y yo pasaré por en medio…

-En serio? – me mira con ilusión – cuando has pensado en todo esto?

-Estos días… - digo bebiendo cerveza – hablé con los chicos y lo ven bien y viable…

-Tu primer palacio… - dice ilusionada – te va a encantar…

-Quiero que cantes conmigo… - digo de repente –

Me río al ver su cara, estupefacta. Abre sus ojos de par en par y va a decir algo pero no parece que le salgan las palabras. No habíamos hablado de esto hasta ahora.

-Quiero que estemos juntos encima de ese escenario… - me mira y gira la cabeza un poco –

-Y… - traga saliva – y qué canción sería?

-Ya lo he pensado… - sonrío y le enseño el título –

-En serio? – estalla en una carcajada – estás de broma…

-Claro que no… - digo sonriendo – será la penúltima del concierto… - contesto convencida –

-La penúltima? Por qué? – me mira extrañada –

-Porque una vez subas ahí, no quiero que te bajes hasta que no lo haga yo… - niega con la cabeza sonriendo – ya he vuelto a ponerme sentimental de más…

-No… - me agarra la mano – claro que no… - sonríe – es solo que… - ríe nerviosa – que me voy a poner muy nerviosa… - sonrío tiernamente – los dos ahí arriba… - resopla – me voy a poner como un tomate…

-Y lo guapa que te pones cuando te pones colorada? – chasquea su lengua en señal de fastidio – te parece bien?

-Claro… - contesta tímida – vas a invitar a alguien más?

Sonrío de forma traviesa mientras me mira atentamente. No voy a desvelarle mucho más, pero esa noche creo que promete ser la más especial que he vivido encima de un escenario y una de las más especiales de mi vida. Ella no podía faltar, aunque daba por sentado que iría a verme, pero cantará conmigo.

Con la cerveza en la mano, se gira para mirar hacia el mar. Alzo una de mis cejas, me levanto y me siento a su lado.

-Se está bien aquí eh? – digo mirando al frente –

-Si… - contesta algo dubitativa – Álex, lo que me has dicho antes…

-No le des vueltas… - digo sonriendo –

-No te da la sensación que en estos 4 meses no hemos estado… - hace una pausa – como las parejas normales, que empiezan una relación…

-No somos una pareja normal… - digo sonriendo cogiendo arena con la mano –

-Ah no? – pregunta mirándome y sonrío – no se te ha pasado por la cabeza dejarme?

-Qué? – la miro sorprendido – claro que no… - sonríe de lado y me aparta la mirada – a ti si?

-No exactamente – suspira – pero sí que he pensado que quizá todas las cosas que nos han pasado son una señal para no estar juntos… - la miro interrogante – cuando íbamos a tener una relación estable, cuando nos lo íbamos a decir todo… - chasquea su lengua y recuerdo el momento en que abortó – y te aparté de mí y luego nos volvemos a encontrar… - niega con la cabeza – y tres días después de decirnos todo lo que sentimos… - suspira – pasa lo que pasó…

-Si, y estamos aquí después de todo eso… - digo convencido – tienes dudas? – pregunto temeroso –

-Claro que no… - se apresura en contestar – pero creo que no te mereces estar con alguien como yo…

-Y como es alguien como tú? – me incorporo y me arrodillo frente a ella –

-No he dejado de hacerte daño… - me mira fugazmente – eso no me lo vas a poder negar…

-Basta Malú… - digo cansado – esto ya lo hemos hablado muchas veces…

-Solo te estoy diciendo lo que siento… - dice excusándose – eres la mejor persona que he conocido en mi vida… - resoplo cansado – y tendrías que estar con alguien que no te haga sufrir…

-No, ahí te equivocas… - me siento en la arena – tengo que estar con quien quiera estar conmigo… y con quien yo quiera estar… - alzo su barbilla – nada es suficiente para ti… eres inconformista y eso me encanta de ti… - sonríe mirando la arena – pero eres muy injusta contigo…

-Bueno, ya está… - dice intentando cortar la conversación – olvida lo que te he dicho…

-No – agarro su brazo y evito que se levante – ahora vas a escucharme… - me mira con gesto de culpabilidad – es cierto, no me merezco estar con alguien como tú… - su mirada se vuelve interrogante – no me merezco estar con alguien tan divertida y tan ocurrente… - sonríe avergonzada – ni con alguien tan honesta y tan sincera… - va a hablar pero la corto – no me merezco estar con una persona que se va a buscarme al sitio más peligroso del mundo solo porque me quiere… - noto como su barbilla comienza a temblar – no me merezco estar con alguien que ayuda a personas que no conoce de nada porque su conciencia le impide mirar para otro lado, aunque una bomba esté a punto de explotarle al lado… - escucho como comienza a sollozar – no me merezco estar con una persona que pasa en vela las noches en las que no puedo dormir… - hago que me mire – no me merezco estar con una persona que me demuestra que me quiere tanto como lo haces tú… - resopla intentando apartar la mirada – esa eres tú, por mucho que te empeñes en pensar que no eres lo suficientemente buena… - suspiro – la realidad es que eres demasiado buena…

El silencio se instala en esa pequeña playa, solo lo rompe el sonido de las olas. La observo pero no deja de mirar al suelo, como si estuviera enfadada. Acaricio su pelo y no se aparta. De repente, se aferra a mi espalda y me abraza con fuerza. Comienza a sollozar débilmente y sonrío tiernamente.

-Sigo teniendo pesadillas con ese día… - dice entre sollozos amargos – sueño que no te encuentro, o que estás muerto… o que me persigue gente gritándome que has muerto por mi culpa… o…

-Ya está… - la corto – eso no ha pasado…

-Y en esos ataques de pánico… - llora desconsolada – solo escucho gritos… y veo gente… y… - deja de hablar y se abraza más fuerte a mí –

-Malú, eso va a dejar de pasarte… - digo convencido – de hecho ya no te pasa verdad?

Me mira dubitativa y aparta la mirada. Frunzo el ceño, desde hace varios días no presencio algo así, no sé si le ha vuelto a pasar y no me lo ha contado.

-Me pasa por las noches… - resopla – últimamente menos… pero me sigue pasando…

-Ya lo sé… - digo sabiendo que no duerme bien – pero se está yendo…

-No se va a ir nunca y lo sabes Álex… - dice convencida –

-No se va a ir nunca… - repito negando con la cabeza – no se nos va a olvidar nunca… es algo muy diferente…

-Me da miedo estar en un concierto y bloquearme de repente

Baja la cabeza como avergonzada. Me da la sensación que acaba de confesarme su verdadero miedo. Que esto se enquiste tanto que le afecte hasta para hacer lo que más le gusta.

-No tienes ninguna gana de montar la gira verdad? – pregunto como si supiera la respuesta –

-Me da mucho miedo… - suspira – estoy como en otra parte… - niega con la cabeza –

-Bueno… - agarro su mano – no estás obligada a hacerlo sí o sí… puedes posponerlo y…

-Ni hablar… - suelta mi mano de repente y se levanta – no voy a posponer nada…

La miro desde la arena, con una ceja arqueada. Así que para ella es imposible posponer algo, por muy mal que se encuentre. Es un arma de doble filo, pero voy a usarla.

-Entonces si no quieres posponer nada… - me incorporo y me planto a su altura – lo que no vas a hacer es hacer una mierda… - me mira sorprendida – y ahora mismo, es lo que harías… - veo como su gesto se tuerce, su ceño se frunce, pero continúo – qué crees que harías así? – me alzo de hombros – un espectáculo melancólico, triste y sin fuerza…

-Te estás pasando Álex… - dice dirigiéndose hacia la orilla y dejándome con la palabra en la boca –

-Me estoy pasando… - la persigo – es posible, pero dime, qué es lo que te apetece hacer? – se gira para mirarme – el show de tu vida o algo sin sentido? – su mirada se clava en la mía – no quieres posponerlo? – la agarro de las manos – pues venga! – agito fuertemente sus manos – lo que no voy a permitir es que lo hagas con el ánimo por los suelos y sin ningún tipo de ilusión… - baja la cabeza – porque cuando pase el tiempo, te arrepentirás de haberlo hecho así… - suspiro – tómatelo como una terapia… algo con lo que ilusionarte…

-No sé si puedo… - dice con tono agobiado mirándome –

-Pues entonces deja que te ayuden a hacerlo… - vuelvo a agarrar sus manos – si no quieres posponerlo, entonces tiene que valer la pena…

-Ya lo sé… - dice agobiada – por eso me da tanto miedo… - suspira – y si no soy capaz?

-Claro que eres capaz… - me agacho y cojo una diminuta rama, finita, y se la doy – dibuja como quieres el escenario – le señalo a la arena y me mira incrédula – vamos! – me agacho y comienzo a dibujar el mío – el mío va a ser así… - le doy el palo – ahora tú… - sonríe de medio lado y agarra la rama – ves? No es tan difícil… 

Me mira y vuelve a sonreir, esta vez más ampliamente. Comienza a hacer trazos en la arena y a borrarlos cuando no le gustan. La observo, concentrada y sonriente, a la orilla del mar y tengo la sensación de que, por fin, ha vuelto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario