Al final me ha convencido. No creo que la solución a todo
sea huir siempre, pero si creo que puede ayudarme. Hace ya días desde que Álex
me abrió los ojos y creo que he cambiado mi forma de actuar con él. No le
aparto, respeta siempre el espacio que le pido, pero está ahí. Hemos hablado
mucho estos días de lo que siento, mucho más que en los meses anteriores. Le
observo conducir, con música de fondo, concentrado en la carretera. Apoyo mi
codo en la puerta del copiloto y mi rosto en la mano, mirando por la ventana.
Dentro de nada tendré que comenzar a participar en crear de nuevo otro
espectáculo. La gira es algo que me ronda la mente, pero no consigo centrarme
en ello. Se están encargando Rubén y los demás, saben que no estoy bien, sobre
todo después de lo que pasó el otro día. Mi hermano ha intentado hablar
conmigo, pero todavía no es el momento, no puedo expresar lo que siento sin
llorar y no quiero que me vea así.
En cambio, he llorado mucho estos días con Álex. Solo con
que esté cerca, me tranquiliza. Conforme voy mirando los carteles, voy
entendiendo donde vamos. Donde empezó y terminó todo. Algo así como nuestro Big
Bang. Detiene el coche frente a ese remonte que tanto recuerdo. Al subirlo, sé
que veré el mar. Bajo del coche sin decir nada y, sin coger ni una sola de mis
pertenencias, subo el remonte bajo la atenta mirada de Álex, que me observa
plantado al lado del coche. Al subir y sentir la brisa del mar, y abrir mis
ojos y ver la orilla, recibiendo las olas con gusto, sonrío. Hace buen tiempo,
es un día despejado y caluroso de mitad de Abril. Cierro los ojos y respiro
hondo, con una media sonrisa. Resulta que acabo de descubrir que la paz no está
en un solo sitio. Aquí también existe. La pequeña playa sigue estando igual que
aquella vez que estuvimos aquí, y eso me hace sentirme bien. Me doy la vuelta y
Álex me mira desde el coche, sonríe y, sin decirme nada, abre el maletero y
coge la mochila.
-Hace un día estupendo, verdad? – dice llegando a mi altura
–
-Si… - respondo sonriendo mirando al horizonte –
-Anda vamos…
Me agarro a su mano y bajamos hasta la playa. Al llegar, me
quito el calzado y los calcetines y me dirijo a la orilla. El agua está
bastante fría, pero me hace sentirme tan bien notar el mar en mis pies… es una
sensación que me costaría describir con palabras.
-Cuando tuve el accidente de coche… - escucho su voz a mi
espalda pero no me giro – y estaba atrapado esperando a que me sacaran… -
cierro los ojos recordando el pánico que sentí por si le pasaba algo – supe que
tenía que pensar en algo que quisiera volver a hacer… algo que consiguiera
calmarme y esperar a que me sacaran… - sonrío – y pensé en volver aquí contigo…
te juro que hasta pude sentir la brisa… - me giro para mirarle – para mí
significa mucho que estemos aquí…
-Para mí también Álex… - bajo la cabeza un poco avergonzada
–
-Ven… - me invita a sentarme entre sus piernas –
Apoyo la cabeza en su pecho. Sus pies también están
desnudos. Cierro los ojos y lo único que escucho es su respiración a mi espalda
y el sonido de las olas al frente. Por un momento, siento que podría entrar en
trance aquí, que podría abstraerme de absolutamente todo lo que me rodea. Esa
sensación me encanta, la sensación de no tener que pensar en nada, de no tener
miedo… hace mucho que no lo siento.
-Para mí, este sitio es el comienzo de lo nuestro… - dice
hablando a mi espalda – aquí supe que no solo me gustabas… - sonrío avergonzada
– por muchas cosas que hayan pasado entre nosotros, este sitio para mí es uno
de los mejores recuerdos que tengo… - comienzo a notar la emoción en mi
garganta – el tiempo que estuvimos separados… pensaba en esta playa de vez en
cuando… - me recuesto más en su pecho – pero no tuve el valor de volver solo…
-Álex… - digo acariciando su mano – este también es uno de
los mejores recuerdos que tengo…
-Desde que te conozco… - le oigo tragar saliva, como si le
costase hablar – joder, mi vida ha cambiado tanto… - se ríe – Malú, hay muy
pocas cosas de las que esté seguro del todo… - cierro los ojos – pero si hay
una cosa de la que estoy seguro, es que nunca voy a poder olvidar esto… -
siento un nudo en la garganta – nunca voy a poder olvidar las cosas que he
sentido contigo y las cosas que nos han pasado… - ríe – contigo me han pasado
cosas que no me habían pasado con nadie… - de repente, a mi mente viene aquel
día, mientras me hacían la ecografía, y vi como Álex casi lloraba al oir el
latido del bebé – sé que entre nosotros no hay solo amor, o atracción… -
aprieto su mano – hay mucho más… hay como… - se queda pensativo – como un nexo,
no se explicártelo… como un vínculo… - sonrío – y eso no se puede romper… -
asiento levemente – siempre voy a tener la necesidad de saber cómo estás… y… -
traga saliva – y de ayudarte si necesitas algo, aunque ya no seamos nada… -
sonríe – siempre serás especial para mí...
-Álex que…? - le miro extrañada, no sé qué quiere decir,
pero me está asustando –
-Lo que quiero decir es que… - sonríe mirando al suelo – que
no sé lo que va a pasar dentro de un mes… ni dentro de un año… - le miro
atentamente – y tú tampoco lo sabes… - frunzo el ceño – pero pase lo que pase y
ocurra lo que ocurra, siempre voy a estar aquí… - siento el temblor en mi
barbilla – sé que últimamente quizá te he agobiado demasiado – voy a hablar
pero me corta – y procuraré dejarte espacio, pero no me pidas que no me
preocupe por ti… - le miro algo emocionada – no me pidas que me aparte mientras
veo como te sientes perdida… - suspira – no es solo que te quiera, o que esté
enamorado de ti… - sonrío avergonzada – es que… - suspira de nuevo – es que
eres uno de los pilares que me sostiene… - le miro emocionada – y si tú te
tambaleas… - se alza de hombros – yo también me tambaleo… - río sin querer – y
eso se que va a ser así para siempre…
-Álex… es… - carraspeo para aclararme la voz – es muy bonito
lo que dices pero… - le miro y sonríe – joder, por un momento pensaba que ibas
a dejarme…
-Claro que no… - dice convencido mientras ríe – pero sé que
mañana, dentro de una semana, o de un mes… las cosas pueden ser diferentes… -
me mira – tú también lo sabes… - asiento – solo quería que supieras que ocurra
lo que ocurra entre nosotros dos, nunca vas a tener que preocuparte… - alzo una
de mis cejas – nunca haré nada que te perjudique…
-Álex… - digo con desgana –
-Ya te he dicho que hay muy pocas cosas de las que estoy
seguro ahora mismo… - alza mi barbilla para que le mire – y una de ellas es
esa… - le miro – nunca haré nada que te perjudique… - sonríe – solo quería que
tú también estuvieras segura de eso…
Nos miramos unos segundos. Por primera vez en mi vida confío
plenamente en alguien que no es de mi familia, que no es de mi sangre, pero es
como si lo fuera. Niego con la cabeza sonriendo y le veo sonreir mirándome.
-Qué pasa? – dice mirándome –
-Y yo que pensaba que me ibas a dejar… - vuelvo a decir de
nuevo –
-Mientras vayamos por el mismo camino, iremos juntos… - dice
abrazandome por la espalda –
-Qué zen te has puesto… - digo riendo –
-Álex sentimental ser… - dice con voz de Yoda –
-Jajajajajaja! – estallo en una carcajada -