Bien abrigados, salimos de la casa poco antes de comer. Me
apetece pasear con ella, aunque haga un frío de tres pares de narices.
Automáticamente, al salir por la puerta, su mano y la mía se entrecruzan y
comenzamos a andar sobre la nieve sin un rumbo fijo. No conozco la zona, así
que no vamos a alejarnos mucho, lo suficiente para observar el paisaje
tranquilamente y respirar aire puro.
-Cuántos grados marcaba? – pregunta Malú refiriéndose al
termostato de la casa –
-3 bajo cero – respondo sonriendo –
-Esto le viene genial a mi cutis… - dice riendo –
-A tu cutis no le hace falta nada… - digo mimoso –
-Por favor… - responde poniendo los ojos en blanco – eres
muuuuy pelota eh? – se agarra a mi brazo – no te parece increíble estar
paseando por aquí? – dice mirando alrededor – es muy bonito –
-Mucho… - respiro hondo – las pequeñas cosas… - digo
reflexivo – ven, vamos a hacernos una foto… - digo sacando mi móvil –
-Álex, que voy sin maquillar ni nada… - dice desganada –
-Y? – pregunto negando con la cabeza –
Pegamos nuestras cabezas y alargo mi mano para inmortalizar
el momento a modo selfie. Al fondo, el paisaje del pueblo, todo nevado, con la
montaña de fondo. Sonrientes, la foto plasma quizá un momento único. Quizá
nuestra primera foto con las cosas claras del todo. Malú observa la foto y
sonríe, soltando un pequeño suspiro y echando a caminar delante de mí. Guardo
mi móvil y camino tras ella. Se ha quedado un tanto pensativo, o eso creo. La
alcanzo y camino a su altura, sin hablar, hasta que ella rompe el silencio.
-Ojalá hubiéramos hecho esto antes… - dice de repente
mientras la observo –
-Te has puesto triste de repente… - digo metiendo mis manos
en los bolsillos –
-No te sientes culpable por sentirte feliz?
La miro sorprendido. Es justo lo que estaba pensando en este
momento. Y entonces recuerdo las palabras que Tere me dijo en la UCI. Malú es
la que mejor me iba a entender. Me siento culpable por sonreir a veces. Estos
días, cuando he sonreído y me ha venido a la cabeza lo que pasó hace unos días,
no he podido evitar sentirme culpable. Culpable por ser capaz de sonreír
después de todo lo que vi ese día. Culpable por haber sobrevivido. Resoplo y
freno mis pasos, sentándome sobre la nieve, con la espalda apoyada en una roca,
haciendo que Malú me imite. No decimos nada, tampoco sé muy bien qué decir,
supongo que no puedo decir nada para que ella se sienta mejor.
-No tenía que haber sacado el tema… - dice con cierto tono
de amargura –
-No sabes cuánto agradezco poder hablar de esto con alguien…
- digo entrelazando mi mano con la suya – estos días no han sido fáciles… -
agacho la cabeza – uno no sabe como sentirse y… - suspiro – creo que es mejor
hablarlo, no crees? – asiente – es absurdo, pero me he sentido culpable por
sobrevivir… - digo sincero – creo que, a quién se lo preguntes de los que
estuvieron allí… te contestaría así…
-Es que no sé cómo sentirme Álex… - dice con cierto tono de
desesperación – me siento tan feliz de estar aquí… - se abraza a mí – de estar
aquí contigo… de… - hace una pausa – de estar viva… - resopla – pero, a la vez,
me siento tan mal… - siento como comienza a sollozar – me siento tan mal si
pienso en que dentro de unos días es Navidad y va a haber tanta gente que no va
a estar… - niega con la cabeza – si me escuchara cualquiera diría que soy una
exagerada… una demagoga…
-No lo eres… - me apresuro en contestar –
-Pero es que me siento así de verdad… - dice en tono sincero
– jamás en mi vida había visto tantas cosas tan… - cierra los ojos fuerte –
tanta gente tapada con sábanas que sabía que ya no estaban… - se instaura un
nudo en mi garganta – ni siquiera he podido hablar de esto con mi madre… ni con
Vero… - niega con la cabeza – son cosas demasiado fuertes como para contarlas…
- suspira – por eso verme en una foto sonriendo es como… - suspira de nuevo –
siento como que no tengo derecho… - asiento sintiendo lo mismo – te pasa lo
mismo?
-Exactamente lo mismo… - respondo – pero luego, si lo
piensas, tenemos más derecho que nadie, no te parece? – me mira fugazmente –
-Leí lo que escribiste el otro día… - dice sin mirarme – me sentí
tan identificada… pero es tan difícil hacer entender eso a la gente… - suspira –
me he sentido un poco juzgada estos días… - resopla – con eso de que se han
enterado que estuvimos allí… aunque no haya trascendido mucho pero… - suspira –
-Malú… - hago que me mire – yo pasaba por allí y tú fuiste a
buscarme… y da igual cómo nos llamemos, y a qué nos dediquemos… y el 99% de la
gente lo entiende así… pero siempre va a haber alguien que lo tergiverse… -
asiente – gente que jamás va a empatizar con nada, pero eso no te tiene que
importar… - suspiro – te preocupa mucho que la gente sepa cosas de ti… - siento
como se pone incómoda – y eso no es malo, no es malo tener un concepto de vida
privada como el que tu tienes, yo también lo tengo y lo sabes… pero lo que no
te tiene que importar es lo que piensen… - hago que me mire – opinar van a
opinar siempre, lo llevan haciendo toda tu vida, o no? – asiente tímida – pero qué
más da lo que piensen?
-Es que siento que diga lo que diga a partir de ahora,
alguien va a pensar que no está bien… - alzo una de mis cejas – si me apetece
decir que estoy feliz, o que estoy triste, o…
-Mira… - saco mi móvil – vamos a acabar con esto…
-No subas esa foto Álex… - dice suplicándome –
-Y por qué no? – digo mirándola – claro que vamos a subirla…
y vamos a decir que la vida se disfruta a cada segundo – digo convencido – y el
que no lo quiera entender, que no lo entienda… - me mira nada convencida – dos segundos
Malú… - digo mirándola – si esa bomba explota dos segundos antes, tú y yo no
estaríamos aquí… - digo poniéndome excesivamente intenso – a tomar por culo…
-Ahora si que ya van a decir que estamos juntos… por si
quedaba alguna duda - dice con un gesto que no consigo descifrar –
-Lo estamos no? – digo mirándola y sonríe avergonzada – quieres
esperar? – digo apiadándome un poco –
-No… - responde tímida –
-Vale… - respiro
hondo – perdona – río – a veces se me va un poco la pinza, me he pasado… - digo
guardando el móvil y desechando la idea de subir esa foto –
-No cielo… - se apresura en contestar – no es eso… - dice
algo apurada – me gusta que seas así…
-Cielo… - respondo enternecido repitiendo cómo me ha llamado
–
-Ay… - se queja avergonzada – es solo que… - sonríe, mira
hacia el frente y saca su móvil – nos hacemos otra foto?
-Claro… - respondo sonriente –
Entrelaza su mano con la mía y, con su otra mano, saca una
foto con la nieve de fondo, enfocando nuestras manos. Sonrío al verla. Me
parece una foto muy bonita. Sonríe y guarda su móvil, apoyando su cabeza en mi
hombro mientras seguimos sentados en la nieve, notando ya un poco de frío de
estar tanto tiempo ahí. Decido destensar un poco la situación, cojo un poco de
nieve y la lanzo hacia ella de lado.
-La has cagado… - susurra –
Acto seguido, me empuja y me hace caer de lado al suelo,
lanzándome un bolazo en toda la cara. Qué bestia es a veces, pero me encanta.
Su risa se entremezcla con el sonido de la nieve entre nuestras manos. Y, lo
mejor de todo esto, es que, en este preciso momento, no me siento culpable por
reírme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario