miércoles, 13 de septiembre de 2017

CAPÍTULO 137: QUE TODO VUELVA A EMPEZAR

Mientras desayuno, miro desde el móvil los titulares de la prensa. Las noticas más desoladoras se mezclan tenuemente con noticias que dan un halo de esperanza para la raza humana. Historias de superación, de ayuda, de solidaridad, contrarrestan el impacto que provoca leer historias de robos a manos llenas, de asesinatos, de atentados… Resoplo tras beber un sorbo de mi café, y entonces veo que Álex y yo también somos noticia. Resulta que nos echaron unas fotos cuando fuimos a cenar el otro día a un restaurante. Sonrío de medio lado. En otro momento de mi vida, esto me hubiera molestado mucho. Ahora no, ahora hasta me río con los comentarios de las fotografías. Me da exactamente igual ser portada de una revista. No me reconozco. Quizá es porque no soy la misma persona que antes de que pasara todo esto, sino que soy mejor. Tengo una capa impermeable compuesta por un material que desconozco, pero que ha conseguido que no me afecte que hablen de mí, aunque a veces me gustaría ser invisible… muy invisible. Pero creo que después de haber cambiado eso de mí, resulto hasta más simpática, con la fama de borde que he tenido siempre… Me río por dentro y dejo la taza de café en la mesa.

Al sentarme en la mesa del salón, bolígrafo y papel en mano, me pongo música de fondo. He decidido abrir el show con “cenizas”. A parte de porque la compuso Álex y para mí es especial, es como una catarsis. Resurjo de mis cenizas y empiezo un concierto así. Me gusta la idea. Tengo que decidir cosas de la gira, hacer una especie de esquema de los temas que quiero cantar y el orden. Además, quiero implicarme con el escenario, con la forma, con el montaje. Noto que duermo mejor y eso es porque mantengo mi cabeza ocupada todo el día con cosas que me encantan, que me ilusionan, como esta gira. Álex tenía razón, como en el 99% de las ocasiones.

Se ha ido esta mañana a organizar cosas también de su gira con sus técnicos y músicos. Le han propuesto realizar varias entrevistas con motivo del inicio de su gira, igual que a mí, pero se lo está pensando. Igual que yo. El tema va a salir, y no sé si quiero hablar de ello. No por mí, sino por toda la gente que implica. No sé si es de mal gusto hablar de ello, o si es de mal gusto no hacerlo. Por ahora creo que lo estamos haciendo bien, no hemos tocado el tema ninguno de los dos, pero llegará un momento en el que salga. Noto como vuelvo a meterme en un bucle con esos pensamientos y comienzo a ponerme nerviosa. Me levanto de la mesa y me dirijo al jardín. Danka me mira fijamente y me sigue, cómo me conoce. Camino dando vueltas por el jardín, intentando sacar esos pensamientos de mi mente y respirando profundo.

Cuando creo que todos mis intentos por mantenerme serena, van a ser en vano, veo como Danka se acerca a mí y deja una pelota a mis pies. Se me hace un nudo en la garganta al pensar en la intuición que tiene. Acerca su cabeza a mi pierna y la roza. Me agacho sonriendo y cojo la pelota, lanzándola al otro lado del jardín. Danka sale corriendo y vuelve a toda prisa, volviendo a soltar la pelota a mis pies. Repetimos la misma acción 3 veces y, a la tercera, cuando veo que Danka se aleja para recoger de nuevo la pelota, me doy cuenta que esa opresión en el pecho se ha ido. Esa falta de aire ya no está. 
Siento tanta liberación al haber podido controlar la situación, que corro hasta Danka y le agarro tirándome al suelo. Danka comienza a ladrar y yo comienzo a reirme, a reirme a carcajadas, como si estuviera loca, como si fuera bipolar e hiciera apenas 5 minutos que quisiera desaparecer y ahora solo tenga ganas de reir.

-Ehhhhhhh!!!

Escucho un grito que viene hacia mí pero no me da tiempo a más, solo a ver a Álex soltar una carpeta en el suelo y tirarse en plancha al césped, a unos metros de mí. Danka, al verle, se le lanza encima y comienza a girar como una croqueta hasta llegar hasta mí.

-Croqueta power!!! – grita mientras gira -

-Jajajaja! – sigo riéndome – qué haces?

-No sé, y tú? – dice tumbándose boca arriba – te he visto reírte y yo también quiero…

Se incorpora apoyándose en un brazo y me mira sonriente. No puedo evitar incorporarme un poco para besarle. Durante unos segundos, nos besamos con Danka a nuestro lado intentando contactar con su lengua algún trozo de piel hasta que consigue hacerlo en mi mejilla y comienzo a reirme.

-Esto si que es llegar a casa… - me acaricia la cara – y eso que estás tan contenta?

-Pues… - me siento en el césped – Danka, que siempre consigue sacarme una sonrisa… - le hago una carantoña que corresponde con unos lametones –

-Ah, sólo Danka? – dice algo indignado – tendré que emplearme más a fondo… - se levanta y se pone de pie, pensativo – oye, como era la canción esa de King África?

-Qué? – pregunto contrariada sonriendo – Estás bien? – río -  

-Si, esa que gritaba una palabra… - sigue haciéndose el pensativo –

-Bomba? – pregunto incrédula –

-Mmmm… - sigue haciéndose el pensativo y mira hacia la piscina – exacto…

-No, Álex! – grito cuando le veo correr hacia el borde de la piscina –

-Booooooooomba!!! – grita al lanzarse al agua –

-Jajajajajajaja!!!! – estallo en una carcajada y caigo sentada en el césped mientras le veo salir –

-Está fría! – grita corriendo hacia el borde – está fría!! – grita de nuevo –

-Pues claro que está fría!! – digo riéndome –

-Dios, está fría! – sale encogido por completo – una toalla! – grita mirándome –

-Jajajajajaja! – vuelvo a tumbarme en el césped muerta de risa –

-Ayúdame! – le oigo gritar – croqueta power ven a mí!!! – alzo la mirada y le veo venir hacia mí girando por el suelo –

-No! – intento levantarme pero es tarde, me agarra de la cintura –

-Gira el mundo gira, en el espacio infinito! – canta mientras me hace girar, empapándome de agua fría –

-Jajajajajaja! Está helada! – grito riéndome –

-Quieres ver lo fría que está? – dice en tono de amenaza deteniéndose sobre mí –

-No, ni se te ocurra… - me agarra en brazos – no Álex!!! – le suplico mientras no puedo parar de reirme – Álex!!!

-Vale vale… - me deja en el suelo, al borde de la piscina y alza los brazos – mira mis pezones! – exclama señalándose por encima de la camiseta – puedo sacarte un ojo si quiero!

-Jajajajajaja! – vuelvo a tirarme al césped intentando no mearme encima – me meo…

-Te meas? – se agacha hasta mí – a ver?

Comienza a hacerme cosquillas en el abdomen y noto como mi esfínter está a punto de traicionarme, pero no puedo parar de reir, como hacía mucho tiempo que no me reía.

-Álex, que me voy a mear encima! – grito intentando que me suelte –

-Oh si nena, lluvia dorada! – grita haciéndome mirarle perpleja –

Durante un segundo le miro perpleja por la burrada que acaba de decir. Me mira como sintiéndose culpable, pero, al instante, noto como está a punto de reírse y yo no puedo soportarlo más. Comienzo a reirme otra vez, me duele la barriga de hacerlo.

-Estás loco… - digo levantándome del césped –

-Pero te hago reir… - sonríe de manera chulesca –

Niego con la cabeza y me dirijo al baño a toda prisa. Cuando me siento en el váter, le escucho en la puerta.

-Viva ese chorrete de lluvia dorada!! – grita desde la puerta –

-Jajajajajajajaja! – estallo en una carcajada de nuevo – puedes parar de decir eso?

Abre la puerta antes de que termine y resoplo con una leve sonrisa.

-Este soy yo, aún estás a tiempo de devolverme, estoy en garantía… - se apoya en el lavabo –

-En garantía dice… - sonrío – anda, sal de aquí

-Te da vergüenza mear delante de mí? – alza una ceja -

-Claro que no… - le desafío y tiro de la cadena – qué te pasa hoy?

-Que te veo reírte y me vengo arriba… - comienza a moverse de manera divertida por el baño – y que estoy muy contento…

-Y eso? – pregunto lavándome las manos –

-Está todo montado, solo queda ensayar… - dice ilusionado – y en 2 semanas, el palacio será mío… - dice con tono épico –

-El palacio es mío, disculpa… - digo en tono chulesco – te lo presto una noche y ya está…

-Esa es mi chica… - dice abrazándome por la espalda – con su bordería habitual que tanto me gusta…

-Y dale con que soy borde! – grito desesperada –

-Que no… - dice apretándome todavía más y caminando detrás de mí – si eres un dulce de persona, dios mío… - comienza a besarme el hombro derecho de manera cariñosa – más bonita y más preciosa que todas las cosas…

-Este peloteo es porque quieres que haga yo la comida no? – sonrío de medio lado –

-Es posible… - continúa besándome el cuello y el hombro –

-Jajajajajaja!!! – me suelto por fin de sus brazos – por dios, cámbiate, que estás empapado…

-Y tú también estás empapada… - dice de manera sugerente mientras me guiña un ojo de manera graciosa antes de subir las escaleras –


Niego con la cabeza mientras río levemente todavía. Entro a la cocina y Danka espera sentada al lado de su plato, igual que Lola, Rumba y Dandy. Sonrío de nuevo ampliamente. Qué es lo que acaba de pasar? Esta locura así de repente, con una tontería. Me duele la barriga de reirme, algo que no me pasaba desde hace mucho tiempo. Está como una cabra, y me encanta. Me encanta que sea tan espontáneo y que haya vuelto ese sentido del humor que tanto me gustaba de él. Y yo… yo me siento como cuando uno acaba de salir del hospital después de una operación. Sabe que está bien, sabe que se va a poner bien, y, de vez en cuando, se olvida de que todavía le falta algo de tiempo para estar como antes. Pero sé que voy por buen camino.  

martes, 12 de septiembre de 2017

CAPÍTULO 136: NO ES TAN DIFÍCIL

-Y entonces saldrán los cañones con fuego y yo pasaré por en medio…

-En serio? – me mira con ilusión – cuando has pensado en todo esto?

-Estos días… - digo bebiendo cerveza – hablé con los chicos y lo ven bien y viable…

-Tu primer palacio… - dice ilusionada – te va a encantar…

-Quiero que cantes conmigo… - digo de repente –

Me río al ver su cara, estupefacta. Abre sus ojos de par en par y va a decir algo pero no parece que le salgan las palabras. No habíamos hablado de esto hasta ahora.

-Quiero que estemos juntos encima de ese escenario… - me mira y gira la cabeza un poco –

-Y… - traga saliva – y qué canción sería?

-Ya lo he pensado… - sonrío y le enseño el título –

-En serio? – estalla en una carcajada – estás de broma…

-Claro que no… - digo sonriendo – será la penúltima del concierto… - contesto convencida –

-La penúltima? Por qué? – me mira extrañada –

-Porque una vez subas ahí, no quiero que te bajes hasta que no lo haga yo… - niega con la cabeza sonriendo – ya he vuelto a ponerme sentimental de más…

-No… - me agarra la mano – claro que no… - sonríe – es solo que… - ríe nerviosa – que me voy a poner muy nerviosa… - sonrío tiernamente – los dos ahí arriba… - resopla – me voy a poner como un tomate…

-Y lo guapa que te pones cuando te pones colorada? – chasquea su lengua en señal de fastidio – te parece bien?

-Claro… - contesta tímida – vas a invitar a alguien más?

Sonrío de forma traviesa mientras me mira atentamente. No voy a desvelarle mucho más, pero esa noche creo que promete ser la más especial que he vivido encima de un escenario y una de las más especiales de mi vida. Ella no podía faltar, aunque daba por sentado que iría a verme, pero cantará conmigo.

Con la cerveza en la mano, se gira para mirar hacia el mar. Alzo una de mis cejas, me levanto y me siento a su lado.

-Se está bien aquí eh? – digo mirando al frente –

-Si… - contesta algo dubitativa – Álex, lo que me has dicho antes…

-No le des vueltas… - digo sonriendo –

-No te da la sensación que en estos 4 meses no hemos estado… - hace una pausa – como las parejas normales, que empiezan una relación…

-No somos una pareja normal… - digo sonriendo cogiendo arena con la mano –

-Ah no? – pregunta mirándome y sonrío – no se te ha pasado por la cabeza dejarme?

-Qué? – la miro sorprendido – claro que no… - sonríe de lado y me aparta la mirada – a ti si?

-No exactamente – suspira – pero sí que he pensado que quizá todas las cosas que nos han pasado son una señal para no estar juntos… - la miro interrogante – cuando íbamos a tener una relación estable, cuando nos lo íbamos a decir todo… - chasquea su lengua y recuerdo el momento en que abortó – y te aparté de mí y luego nos volvemos a encontrar… - niega con la cabeza – y tres días después de decirnos todo lo que sentimos… - suspira – pasa lo que pasó…

-Si, y estamos aquí después de todo eso… - digo convencido – tienes dudas? – pregunto temeroso –

-Claro que no… - se apresura en contestar – pero creo que no te mereces estar con alguien como yo…

-Y como es alguien como tú? – me incorporo y me arrodillo frente a ella –

-No he dejado de hacerte daño… - me mira fugazmente – eso no me lo vas a poder negar…

-Basta Malú… - digo cansado – esto ya lo hemos hablado muchas veces…

-Solo te estoy diciendo lo que siento… - dice excusándose – eres la mejor persona que he conocido en mi vida… - resoplo cansado – y tendrías que estar con alguien que no te haga sufrir…

-No, ahí te equivocas… - me siento en la arena – tengo que estar con quien quiera estar conmigo… y con quien yo quiera estar… - alzo su barbilla – nada es suficiente para ti… eres inconformista y eso me encanta de ti… - sonríe mirando la arena – pero eres muy injusta contigo…

-Bueno, ya está… - dice intentando cortar la conversación – olvida lo que te he dicho…

-No – agarro su brazo y evito que se levante – ahora vas a escucharme… - me mira con gesto de culpabilidad – es cierto, no me merezco estar con alguien como tú… - su mirada se vuelve interrogante – no me merezco estar con alguien tan divertida y tan ocurrente… - sonríe avergonzada – ni con alguien tan honesta y tan sincera… - va a hablar pero la corto – no me merezco estar con una persona que se va a buscarme al sitio más peligroso del mundo solo porque me quiere… - noto como su barbilla comienza a temblar – no me merezco estar con alguien que ayuda a personas que no conoce de nada porque su conciencia le impide mirar para otro lado, aunque una bomba esté a punto de explotarle al lado… - escucho como comienza a sollozar – no me merezco estar con una persona que pasa en vela las noches en las que no puedo dormir… - hago que me mire – no me merezco estar con una persona que me demuestra que me quiere tanto como lo haces tú… - resopla intentando apartar la mirada – esa eres tú, por mucho que te empeñes en pensar que no eres lo suficientemente buena… - suspiro – la realidad es que eres demasiado buena…

El silencio se instala en esa pequeña playa, solo lo rompe el sonido de las olas. La observo pero no deja de mirar al suelo, como si estuviera enfadada. Acaricio su pelo y no se aparta. De repente, se aferra a mi espalda y me abraza con fuerza. Comienza a sollozar débilmente y sonrío tiernamente.

-Sigo teniendo pesadillas con ese día… - dice entre sollozos amargos – sueño que no te encuentro, o que estás muerto… o que me persigue gente gritándome que has muerto por mi culpa… o…

-Ya está… - la corto – eso no ha pasado…

-Y en esos ataques de pánico… - llora desconsolada – solo escucho gritos… y veo gente… y… - deja de hablar y se abraza más fuerte a mí –

-Malú, eso va a dejar de pasarte… - digo convencido – de hecho ya no te pasa verdad?

Me mira dubitativa y aparta la mirada. Frunzo el ceño, desde hace varios días no presencio algo así, no sé si le ha vuelto a pasar y no me lo ha contado.

-Me pasa por las noches… - resopla – últimamente menos… pero me sigue pasando…

-Ya lo sé… - digo sabiendo que no duerme bien – pero se está yendo…

-No se va a ir nunca y lo sabes Álex… - dice convencida –

-No se va a ir nunca… - repito negando con la cabeza – no se nos va a olvidar nunca… es algo muy diferente…

-Me da miedo estar en un concierto y bloquearme de repente

Baja la cabeza como avergonzada. Me da la sensación que acaba de confesarme su verdadero miedo. Que esto se enquiste tanto que le afecte hasta para hacer lo que más le gusta.

-No tienes ninguna gana de montar la gira verdad? – pregunto como si supiera la respuesta –

-Me da mucho miedo… - suspira – estoy como en otra parte… - niega con la cabeza –

-Bueno… - agarro su mano – no estás obligada a hacerlo sí o sí… puedes posponerlo y…

-Ni hablar… - suelta mi mano de repente y se levanta – no voy a posponer nada…

La miro desde la arena, con una ceja arqueada. Así que para ella es imposible posponer algo, por muy mal que se encuentre. Es un arma de doble filo, pero voy a usarla.

-Entonces si no quieres posponer nada… - me incorporo y me planto a su altura – lo que no vas a hacer es hacer una mierda… - me mira sorprendida – y ahora mismo, es lo que harías… - veo como su gesto se tuerce, su ceño se frunce, pero continúo – qué crees que harías así? – me alzo de hombros – un espectáculo melancólico, triste y sin fuerza…

-Te estás pasando Álex… - dice dirigiéndose hacia la orilla y dejándome con la palabra en la boca –

-Me estoy pasando… - la persigo – es posible, pero dime, qué es lo que te apetece hacer? – se gira para mirarme – el show de tu vida o algo sin sentido? – su mirada se clava en la mía – no quieres posponerlo? – la agarro de las manos – pues venga! – agito fuertemente sus manos – lo que no voy a permitir es que lo hagas con el ánimo por los suelos y sin ningún tipo de ilusión… - baja la cabeza – porque cuando pase el tiempo, te arrepentirás de haberlo hecho así… - suspiro – tómatelo como una terapia… algo con lo que ilusionarte…

-No sé si puedo… - dice con tono agobiado mirándome –

-Pues entonces deja que te ayuden a hacerlo… - vuelvo a agarrar sus manos – si no quieres posponerlo, entonces tiene que valer la pena…

-Ya lo sé… - dice agobiada – por eso me da tanto miedo… - suspira – y si no soy capaz?

-Claro que eres capaz… - me agacho y cojo una diminuta rama, finita, y se la doy – dibuja como quieres el escenario – le señalo a la arena y me mira incrédula – vamos! – me agacho y comienzo a dibujar el mío – el mío va a ser así… - le doy el palo – ahora tú… - sonríe de medio lado y agarra la rama – ves? No es tan difícil… 

Me mira y vuelve a sonreir, esta vez más ampliamente. Comienza a hacer trazos en la arena y a borrarlos cuando no le gustan. La observo, concentrada y sonriente, a la orilla del mar y tengo la sensación de que, por fin, ha vuelto.